"Sin embargo, las guerras y los conflictos militares siempre han representado una grave amenaza para el patrimonio cultural de la humanidad. Como resultado de la agresión militar y la grave violación del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Armenia sigue ocupando hoy casi el 20 por ciento del territorio internacionalmente reconocido de Azerbaiyán, incluido Nagorno-Karabaj y siete distritos adyacentes. Un millón de azerbaiyanos se han convertido en refugiados o desplazados internos. Cientos de monumentos históricos y arquitectónicos, museos, mezquitas y otros lugares de interés religioso han sido destruidos o gravemente dañados. Por ello, Azerbaiyán se interesa mucho por la aplicación efectiva de las convenciones internacionales pertinentes sobre la protección de los bienes culturales. Creo que aún queda mucho por hacer en este ámbito y que la UNESCO ha de desempeñar un papel importante a este respecto", agregó la primera vicepresidenta Mehriban Aliyeva.
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