No será de hoy para mañana. El calendario que maneja sitúa el advenimiento del wifi gratis en 2020. ¿Gratis? En el mundo de Internet, aunque lo parezca, no hay nada de balde. El wifi (gratis) lo sufragará alguien: Gobiernos, Ayuntamientos, patrocinadores... Los operadores de telecomunicaciones cobrarán por el servicio. Y ya se sabe lo poderosos que son. Lograron que Bruselas concediera una moratoria de dos años para acabar con el roaming y ahora consiguen que servicios de voz por Internet inmensamente populares (WhatsApp, Skype) se rijan por normas muy similares a las de las compañías telefónicas.
Bruselas deberá atar todos los cabos para evitar que la promesa de wifi gratis en 2020 sea papel mojado. De momento, anuncia 120 millones de euros para que las autoridades locales lo pongan en marcha, un presupuesto que, según sus cálculos, dará para atender entre 6.000 y 8.000 comunidades de toda Europa. Una cobertura que se antoja raquítica si se tiene en cuenta que solo en España hay más de 8.000 municipios.
Históricamente, la telefonía ha sido reconocida como un servicio universal, equiparable a la electricidad o el agua. Hasta ahora, eran obligatorias las cabinas telefónicas, convertidas por mor de las tecnologías móviles en armatostes inútiles y jubiladas a la fuerza por los smartphones. Con los nuevos tiempos, Europa reconoce como “universal”, y “a precios asequibles”, el servicio de comunicación electrónica de calidad, incluido un acceso básico a Internet. “Estés donde estés en la UE, tiene que haber por lo menos un proveedor de acceso a Internet que te pueda ofrecer el servicio”, proclama Bruselas. ¿Significa esto que será igual de rápido y tendrá la misma calidad en Múnich que en un pequeño pueblo de Soria?
En 2020, quizá. La Agenda Digital lo fía todo a esa fecha, incluido el Internet rápido y ultrarrápido por el que apostaba fervientemente la excomisaria de la Agenda Digital Neeli Kroes (recientemente fichada como asesora de Uber). Aunque habrá que esperar a 2025 para que todos los hogares cuenten con banda ancha de al menos 100 Mbps. Para entonces, las zonas urbanas y principales carreteras y ferrocarriles tendrán cobertura 5G. Quizá entonces los 500 millones de europeos puedan comprobar si Internet es, como dice el presidente de Google, Eric Schmidt, “una fuerza democratizadora”.ElPais
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