En una entrevista ofrecida este miércoles a Infosalus, el jefe de sección de Dermatología pediátrica del Hospital de La Paz (Madrid), Raúl de Lucas, ha explicado que el cuidado diario de la piel debe consistir en una correcta hidratación, así como en una dieta saludable, preferentemente mediterránea, además de una correcta protección solar frente a determinados agentes externos como el frío o el calor extremos.
“Nuestros hábitos alimenticios influyen y una nutrición adecuada, variada, rica en alimentos, contará con los suficientes principios activos que luchen contra los radicales libres, sobre todo antioxidantes, como la fruta y la verdura, que favorecen la reparación del daño ejercido por determinados agentes como el sol, la contaminación o las temperaturas extremas”, añade el experto.
De hecho, para mantener una buena salud de la piel es imprescindible mantener una dieta variada, según subraya el especialista, rica en fruta y verdura, legumbres, pescado azul y ácidos grasos omega 3, además de frutos secos.
Desde la Mayo Clinic estadounidense también indican que, aunque hay pocas investigaciones sobre cuáles son los mejores alimentos para mantener la piel sana, sí se sabe que los alimentos ricos en antioxidantes parecen tener un efecto de protección para la piel.
Entre estos menciona en concreto: zanahorias, albaricoques y otras frutas y vegetales amarillos y anaranjados; espinacas y otros vegetales de hojas verdes; tomates; bayas; legumbres; salmón, caballa y otros pescados azules; nueces o frutos secos.
Por otro lado, el centro estadounidense advierte de que algunos alimentos parecen ser perjudiciales para la piel e indica que algunas investigaciones sugieren que una alimentación con alto contenido de azúcares u otros carbohidratos procesados o refinados, y con muchas grasas no saludables, promueve el envejecimiento de la piel.
“Recuerda que muchos de los mejores alimentos para mantener la piel sana también favorecen la salud en general. En vez de centrarte en alimentos específicos para mantener la piel sana, concéntrate en una dieta saludable en general.
Come muchas frutas y vegetales. Escoge lácteos sin grasa o con bajo contenido de grasa. Incluye frutos secos, semillas y legumbres en tus comidas preferidas.
Opta por el pan y las pastas integrales. Limita los dulces. Esfuérzate por buscar variedad cuando elijas opciones saludables”, recalca la institución norteamericana.
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