El conflicto entre Rusia y Ucrania vuelve a entrar en Eurovisión. La participante elegida por votación por los espectadores ucranios para ir al concurso en Tel Aviv no participará en el festival. Kiev considera que Anna Korsun, conocida como Maruv, no cumple con los requisitos para ser "embajadora cultural" de Ucrania. La estrella pop, de 27 años, suele dar conciertos en Rusia y tenía varias giras previstas por ese país. Algo que ha provocado una gran polvareda política en Ucrania. Tanta que ha derivado en que la televisión pública ha decidido que no es la persona idónea para concurrir en el festival, que se celebra el próximo mayo. Kiev y Moscú viven un gravísimo conflicto desde que hace cinco años Rusia se anexionó la península ucrania de Crimea. Conflicto que es una guerra abierta con más de 10.000 muertos en el Este de Ucrania, donde el Kremlin respalda a los separatistas prorrusos.
Así, ni Maruv ni su pegadiza y sensual canción en inglés Siren Song irán a Eurovisión. Tras ganar el concurso, la cadena pública ucrania UA ofreció a la cantante un contrato que le impedía actuar en Rusia. Le dio 24 horas para firmarlo. Maruv y la emisora no llegaron a un acuerdo y UA terminó por descalificarla. Ahora debe designar a otro representante para el festival, ha dicho una portavoz de la emisora. La cantante explicó que había estado dispuesta a cancelar sus conciertos en Rusia pero que no podía aceptar otras condiciones impuestas; no las detalló, pero sostiene que esos requerimientos equivaldrían a "censura". Si aceptara, dijo, estaría haciendo "propaganda política". Y acusó a la emisora pública de robarle la victoria.
"Soy ciudadana de Ucrania. Pago mis impuestos y amo sinceramente a Ucrania. Sin embargo, no estoy lista para dirigirme [a la gente] con lemas, convirtiendo mi participación en el concurso en la promoción de nuestros políticos. Soy músico, no un murciélago en el escenario político", escribió la cantante en su página de Facebook. "Agradezco su apoyo a quienes me apoyaron y me votaron, pero les pido que acepten esta situación y no tomen el camino de la confrontación", ha dicho la estrella, cuya canción suma casi siete millones de reproducciones en YouTube. Durante el concurso, Maruv se enfrentó a preguntas sobre su relación con Rusia por parte del jurado, entre ellas una sobre la soberanía de Crimea a la que la cantante respondió apuntando que la península es territorio ucranio.
En un comunicado, la UA afirmó que la persona o grupo que represente a Ucrania en el festival también tiene el compromiso de convertirse en "embajador cultural de Ucrania". Y eso, significa "ofrecer no solo su música sino también expresar la opinión de la sociedad ucrania en el mundo". La cadena pública ha considerado que Maruv no se ajusta a lo requerido y afirma que pese a las negociaciones sus representantes y la cantante no hallaron un "terreno común" para el acuerdo.
Justo antes, el Ministerio de Cultura ucranio había intervenido diciendo que solo a los "patriotas que son conscientes de su responsabilidad" se les debe permitir cantar para Ucrania en el concurso anual mientras "miles de héroes mueren por la integridad territorial de Ucrania".
Esta no es la primera polémica entre Rusia y Ucrania que da el salto a Eurovisión. Cuando Kiev fue sede del festival vetó a la representante de Rusia porque había actuado en Crimea --cuya anexión viola el derecho internacional, según la UE o EE UU, por ejemplo-- sin el permiso del Gobierno ucranio. En 2016, la cantante Jamala se había impuesto en el concurso internacional con una canción titulada 1944, en alusión a las deportaciones de los tártaros de Crimea por parte de Stalin.
Además, el conocido festival ya había tenido este año su dosis de polémica política por celebrarse en Tel Aviv. Numerosas voces han acusado a Israel de usar el concurso musical para blanquear su imagen y un centenar de artistas --desde el cantante Roger Waters al cineasta Ken Loach-- han pedido el boicot a Eurovisión para denunciar que Israel "viola los Derechos Humanos de los palestinos"
Elpais
Etiquetas: Ucrania Eurovisión