Cómo Francia intentó convertir el Nord Stream 2 en un 'rehén' político

  10 Febrero 2019    Leído: 990
Cómo Francia intentó convertir el Nord Stream 2 en un

El presidente francés, Emmanuel Macron, se merece un lugar en los libros de texto de historia, aunque solo fuera por ser la primera y única persona que intentó tomar como rehén un gasoducto submarino.

Se trata de un doble cambio drástico en la posición de Francia sobre el proyecto Nord Stream 2, aclara el columnista de Sputnik Iván Danílov.

El 7 de febrero, Francia declaró su intención de apoyar la revisión de la Directiva del Gas de la Comisión Europea, paso que repercutiría en la realización del proyecto de Nord Stream 2.

Los cambios en la Directiva del Gas de la UE redactados por los diplomáticos rumanos de acuerdo con los más audaces deseos antirrusos de Washington, Varsovia y Kiev, otorgarían a la Comisión Europea el derecho a bloquear la construcción del Nord Stream 2, explica Danílov.

El Gobierno francés debía bloquear las modificaciones pero sorprendió a todos cambiando drásticamente su posición y declarando su apoyo a la directiva anti-Gazprom, a pesar de que su adopción habría causado pérdidas directas y multimillonarias al inversor francés en el Nord Stream 2, la empresa energética Engie.

"Resulta que la Administración Macron abogó por perjudicar los intereses de Francia, el presupuesto francés y la principal empresa energética del país", continúa el columnista.

Tendría sentido sospechar la influencia de Washington, pero esta versión parece poco probable. En primer lugar, Macron y Trump tienen relaciones muy tensas, hay una lenta guerra comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos. En segundo lugar, los medios de comunicación y las fuentes diplomáticas estadounidenses no se han jactado de sus éxitos en la dirección francesa.

"En este contexto, la explicación más simple y cínica parece ser la más probable: Macron simplemente estaba chantajeando a la canciller alemana, Angela Merkel, y tratando de tomar como rehén el proyecto energético más importante para Alemania y para la canciller en particular. La revista estadounidense Forbes les ofrece a sus lectores la misma versión", destaca Danílov.

En menos de 24 horas, de repente, París volvió a cambiar de opinión en una reunión de ministros de energía en Bruselas diciendo que había llegado a un 'compromiso' con Alemania.

De acuerdo a Forbes, es posible que Francia nunca tuviera la intención de apoyar la propuesta de la Comisión, sino que estaba utilizando a Nord Stream 2 como moneda de cambio en una disputa relacionada con Alemania. Es que el presidente francés Emmanuel Macron quiere que Merkel acepte sus propuestas para reformar la Unión Europea, pero Merkel se ha resistido a sus ideas sobre un presupuesto y un sistema de deuda comunes para la Eurozona.

Según Danílov, Macron fue visto por muchos como un gran proyecto globalista que debía mostrar al mundo que el establishment global había encontrado la respuesta correcta a proyectos políticos populistas (es decir, antiglobalistas), como Donald Trump, el Brexit, la Liga Italiana y el Movimiento de las Cinco Estrellas.


No obstante, el líder francés se enfrentó a una situación difícil dentro de su país y necesita urgentemente dinero para resolver los problemas económicos y políticos de Francia y financiar su ambicioso plan de reforma de la UE. Aparentemente, Macron decidió usar el gasoducto que Berlín tanto necesita para presionar a Merkel con el fin de que le preste dinero, opina el columnista.

Tras una reunión con Merkel, los dos líderes alcanzaron un 'compromiso' como resultado del cual Macron abandonó su plan de torpedear el proyecto del gasoducto, beneficioso para la mayor parte de Europa, incluida la propia Francia.

La pregunta es si Macron obtuvo algo a cambio de este 'compromiso'. La respuesta más probable es que ha recibido una lección de las autoridades alemanas que le prometieron destruir su carrera política si es necesario. Para esto, Alemania ni siquiera necesita apoyar a los 'chalecos amarillos', ya que basta con prohibir a Francia violar las normas paneuropeas sobre la limitación del déficit presupuestario que a Macron le permitieron infringir para apoyar la economía del país en tiempos de turbulencia política.

Una dura declaración de Merkel bastaría para provocar la huida de los inversores de los mercados financieros franceses, el pánico total y una venta masiva de bonos del Estado francés y acciones de empresas francesas, agrega el columnista.

"El Nord Stream 2 se completará, a menos que, por supuesto, haya alguna otra sorpresa política o económica difícil de predecir, pero el caso de Macron ya ha demostrado claramente que Alemania está dispuesta a defender este proyecto de una forma activa, lo que es una buena señal tanto para el gasoducto ruso como para las relaciones ruso-alemanas en general", concluye Danílov.


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