El mito de que desayunar ayuda a perder peso ha sido refutado por una investigación científica, que concluye que empezar el día comiendo no hace que sintamos menos hambre durante el resto de la jornada.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista The BMJ, las personas que desayunan regularmente consumen más calorías todos los días, lo que impide que pierdan peso. Mientras tanto, aquellas que, al contrario, no comen por las mañanas, no tienen más apetito al final del día, por lo que no aumentan de peso.
Descubren una manera efectiva de bajar de peso solo con modificar los horarios
Para llegar a esta conclusión, el equipo de la profesora de epidemiología Flavia Cicuttini, de la Universidad Monash en Melbourne (Australia), analizó los resultados de 13 ensayos clínicos llevados a cabo en los últimos 28 años en países de altos ingresos, principalmente EE.UU. y el Reino Unido.
Los experimentos incluyeron a personas que desayunaban regularmente y a otras que empezaban el día en ayunas. Cinco ensayos incluían a participantes con sobrepeso, y en el resto participaron personas con cualquier rango de peso corporal. Algunos ensayos estaban dedicados a cómo el desayuno afectaba la ingesta diaria de energía y otros examinaban la relación entre comer por la mañana y los cambios en el peso corporal.
Los investigadores descubrieron que "las personas que desayunan tienden a ingerir un promedio de 260 calorías extra por día y tienden pesar más", dijo Cicuttini. En cambio, las personas que omiten el desayuno eran de media en 0,44 kilogramos más livianas.
Los resultados sugieren que desayunar contribuye al aumento de peso "simplemente por una mayor ingesta de calorías", explica la científica. "Creo que la clave para perder peso es la cantidad de calorías que comes", dijo Cicuttini.
Sin embargo, la investigadora también señala que las personas que desayunan no deberían dejar de hacerlo, sino simplemente contar las calorías que consumen durante la mañana y ver cómo las combinan con el resto de las comidas del día.
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