Propósito de Año Nuevo: Las mujeres a la conquista de sus cuerpos

  05 Enero 2019    Leído: 733
    Propósito de Año Nuevo:   Las mujeres a la conquista de sus cuerpos

Los estereotipos de belleza cada vez se tornan más irreales y desencadenan frustración en muchas mujeres.

Si uno de tus propósitos de año nuevo es hacer ejercicio para bajar de peso y ya te inscribiste en un gimnasio o piensas hacerlo, quizá puedas tomarte unos minutos para replantear tus razones y convertir lo que en muchas ocasiones acaba en un propósito no cumplido año tras año en un hábito de salud física y mental que te proporcionará felicidad en muchos niveles.

¿Cómo lograr el hábito?
Para empezar hemos sido esclavizadas a lo largo del tiempo a estereotipos de belleza que cada vez se tornan más irreales y desencadenan frustración en muchas mujeres, quienes buscan soluciones alternas a través de cirugías, los llamados medicamentos milagro o suplementos alimenticios que pueden poner en riesgo nuestras vidas.

Adriana Lecona, coach y fanfitness desde hace ya más de 14 años, nos dice que más allá de caber en un estereotipo de belleza, debemos considerar buscar estar más saludables y mantener nuestros niveles hormonalesfuncionando correctamente, para que a largo plazo podamos gozar de movilidad, salud y lucidez a una edad avanzada.

"No es un compromiso con la gente, ni con la sociedad; no es un compromiso con tu novio porque ya te dijo que estás más gordita, ni para competir con nadie. Es un compromiso que haces contigo, con tu salud, con tu imagen, porque quieres verte en el espejo y gustarte a ti, no a los demás, ni porque quieres parecerte a la chava de Youtube, o a la de la revista o a Jennifer López. Ellas tienen miles de horas de entrenamiento en el gimnasio y a eso se dedican, viven de su imagen", afirma Lecona.

Para hacerte el hábito, además de elegir la motivación y la razón adecuada, es importante recalcar que no debes exagerar los primeros días. Muchos lo hacen y claudican antes del primer mes, incluso antes de la primera semana. Entrenar dos horas la primera vez, no sólo no te va a hacer perder el peso que ganaste en 10 años, va a lograr que al día siguiente no te puedas ni parar de la cama.

Ya me inscribí en un gimnasio... ¿ahora qué sigue?
Adriana sugiere que a la hora de inscribirte en un gimnasio lo primero que tienes que tener claro es que va a ser un proceso largo. Si vas con la idea de obtener resultados en un mes o en tres semanas, vas a terminar muy frustrada. El ejercicio es un hábito que tienes que adquirir de por vida.

Toma en cuenta que el ejercicio será la mejor inversión de tu vida. Una inversión que te proporcionará no sólo salud a largo plazo, sino también libertad, independencia y fortaleza física, mental y emocional.

"Es un compromiso con tu cuerpo, un compromiso con tu salud, un compromiso con tu bienestar. Y entonces todos esos compromisos implican que tienes que cambiar también tus hábitos de alimentación, cambiar tus hábitos de sueño, cambiar tus hábitos de ingesta de alcohol, cambiar tus hábitos de ingesta de cualquier cuestión tóxica", señala Adriana Lecona.

Para empezar, podemos tomar una hora de alguna clase grupal; ya sea baile, zumba, spinning o funcional y hacerla a nuestro propio ritmo. Lo positivo de empezar con clases, es que los maestros nos llevan de la mano y si tenemos dudas podemos recurrir a ellos para sustituir algún ejercicio o por si llegamos a tener alguna molestia.

Como nos dice la entrenadora, los primeros cinco kilos son los más fáciles y es muy probable que, si acudimos regularmente al gimnasio, los perdamos en relativamente poco tiempo; sin embargo, hay que tomar en cuenta que así como se bajan, así se pueden subir.

Tras bajar los primeros kilos, "viene lo bueno. Una vez que pasa ese proceso, ahí viene el compromiso con el ejercicio con un mayor nivel de entrenamiento y sobre todo con los cambios de alimentación", asegura Lecona.

Debemos tomar en cuenta que si nunca hemos hecho ejercicio o apenas vamos a empezar, hay que hacer una rutina de acondicionamiento primero. Generalmente, en los gimnasios, te asignan un entrenador o una entrenadora que te dará una rutina inicial, ésta te ayudará a que tu corazón y tu metabolismo vayan habituándose al ritmo del ejercicio.

Además hay que tomar en cuenta que para "la mayoría de las mujeres como nosotras, con un metabolismo normal, que tenemos una vida después del gimnasio, quizá marido, hijos y un trabajo, sí tenemos que modificar algunos hábitos alimenticios, si queremos reducir de peso y marcar o construir masa muscular".

"Y esa masa muscular no se construye sola, tampoco en la caminadora o en la elíptica, hay que hacer pesas, ejercicios a través de los cuales las fibras musculares se rompen y se regeneran para construir esa masa muscular. Es muy importante que las mujeres la construyamos, porque después de los 40, con los cambios hormonales, empezamos a perderla. Si nosotros llegamos a los 40 con una masa muscular pobre, lo que podemos esperar es quizá una osteoporosis más adelante, o fallas de movilidad. Sin embargo, si cuando estás joven construyes esa masa muscular, vas a llegar a una edad avanzada con la mejor condición posible. Por eso es importante que las mujeres le pierdan el miedo a las pesas y al entrenamiento funcional", concluye Adriana.

Consejos para iniciar:
Destina el tiempo que le vas a dedicar a la semana y respétalo. Toma en cuenta que es un tiempo para ti, para tu salud y para liberarte del estrés cotidiano.
Evita "ayudas" químicas, especialmente sustancias que no conoces y que muchas veces te venden en los gimnasios.
No te obsesiones con parecerte a nadie.
Ve con la ropa que te sea más cómoda y olvida lo que "está de moda".
Evita en la medida de los posible comer azúcares de cualquier tipo y carbohidratos después de las 6 de la tarde o cuando tu actividad física disminuye previo a dormir.
Cambia el aceite de canola por el de oliva.
Cambia los dulces por la crema de cacahuate.
Elimina los refrescos y bebidas endulzadas o, en su defecto, sustitúyelas con agua mineral y limón con stevia y productos sin azúcar.
No te obsesiones con la báscula, a veces hay frustración porque no vemos una pérdida de peso, pero muchas veces no tomamos en cuenta que sí hay pérdida de grasa, pero también ganancia de músculo.
No compitas con otras; ni con tu amiga con la que te metiste a hacer ejercicio, ni ninguna otra persona.

No te excedas en tiempo. Una hora 5 veces por semana es suficiente si apenas empiezas.

No entrenes con el estómago vacío, no sólo no perderás grasa, sino que perderás músculo.

Consume proteína antes y después de tu entrenamiento. Adriana Lecona recomienda entre 1,5 y 2 gramos de proteína por cada kilo de nuestro peso en cada ingesta. Para un cuerpo de 60 kilos, son aproximadamente 20 gramos que encontramos en una pechuga de pollo o en cuatro claras de huevo.
Disfruta cada comida y evita quedar llena. Hacer ejercicio se puede volver un suplicio cuando comiste de más.

Mentalízate para gozar el ejercicio y no para sufrirlo. Poco a poco ve descubriendo qué clases te gustan más o qué tipo de actividades te hacen más feliz.

Si estás pensando en hacer algún tipo de "dieta", acude a tu médico antes; particularmente si eres de las que suprimen algún grupo alimenticio, ya que combinar el ejercicio con dietas hipocalóricas puede resultar contraproducente y un riesgo para tu salud.

Ya que decidiste crearte un hábito como el del ejercicio, defiéndelo, respeta tu espacio, ese tiempo que destinarás para ti, para tu cuerpo y mente, para tu salud. Empieza poco a poco y ve desafiándote a ti misma; busca superarte y verás que cada día tu cuerpo te responderá con mayor vitalidad y te exigirá más intensidad. La liberación de endorfinas te harán mucho más feliz y segura, lo que te ayudará a deshacerte de cualquier estereotipo y enfocarte en la mejor versión de ti misma que puedes ser día tras día.

Adriana Buentello


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