Nuevo acuerdo comercial de América del Norte, ¿un logro político para Trump?

  01 Diciembre 2018    Leído: 639
Nuevo acuerdo comercial de América del Norte, ¿un logro político para Trump?

El hecho de haber cumplido con su promesa de acabar con el TLCAN y cambiar las reglas de origen para la industria automotriz estadounidense podría jugar a favor del mandatario estadounidense en su campaña presidencial de reelección.

Por: Susana Noguera Montoya

Con la firma, el próximo viernes 30 de noviembre del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el marco de la cumbre del G20 en Buenos Aires, Trump cumple con su promesa de acabar con el viejo acuerdo de América del Norte (TLCAN) y cambiar las reglas de origen para la industria automotriz estadounidense. Esto podría jugar a su favor en la campaña para la reelección, según opinan algunos expertos.

El economista José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del laboratorio de análisis en comercio, economía y negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), le explicó a la Agencia Anadolu que con la firma se demuestra que Trump cumplió la promesa de campaña de acabar con el antiguo tratado y logró modificar las reglas de origen del sector automotriz de su país.

El nuevo tratado estipula que un alto porcentaje de los vehículos que se exporten entre los tres países deben estar fabricados en la región y por trabajadores con altos salarios.

"Modificar las reglas de origen es una medida con la que se espera haya una importante generación de empleo en los estados manufactureros donde participa la industria automotriz como Illinois, Detroit y Ohio", dice el experto, quien añade que el aumento de empleo en esas zonas le podría aportar votos al mandatario estadounidense para su reelección

Pero esta revitalización laboral podría no ocurrir a gran escala. Para Alejandro Álvarez Béjar, economista y doctor en sociología, los cambios del nuevo tratado no necesariamente aumentarían el empleo en Estados Unidos.

“Si las empresas enfrentan problemas de costos salariales lo que van a hacer es profundizar la automatización e incluso la robotización, con lo cual la tal oferta de empleos va a ser un cuento que no se puede cumplir”, dijo Álvarez Béjar.

Para este economista la industria automotriz está sujeta a una competencia mundial muy fuerte y los procesos no se van a definir por las relaciones salariales en América del Norte. “Pretender que esa regla va a definir la distribución de la industria automotriz es demagógico”.

En lo que sí coinciden ambos analistas es en que Trump logró sacar adelante gran parte de la agenda que se propuso cuando inició la renegociación. Lo que sigue hacia futuro es la puesta en marcha del acuerdo, un proceso que tendrá diversas implicaciones económicas y políticas para los tres países.

Lo que implica el acuerdo para México

Los alcances del acuerdo T-MEC son representativos. El documento, de 34 capítulos, involucra más de un billón de dólares en operaciones comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá.

Para el país azteca era primordial mantener el acceso preferencial a Estados Unidos, su principal destino de exportación. El 81,33% de lo que exporta México va hacia EEUU y el 26,73% del PIB mexicano depende del país liderado por Trump.

Para mantener el acceso a ese mercado, el gobierno de Peña Nieto cedió en varios puntos significativos. Uno de ellos fue la relación comercial que estaba construyendo con China.

Una cláusula del acuerdo establece que si uno de los tres países negocia un acuerdo comercial con una economía de no mercado -léase comunista o socialista-, entonces los otros dos podrán revisar el posible acuerdo con una antelación de tres meses. Si determinan que daña el acuerdo trilateral T-MEC, tendrán la potestad de excluir al país del tratado tripartito.

"Ese artículo está muy dirigido a México, que estaba negociando acuerdos de largo alcance con China. El acuerdo limita la estrategia de diversificación de México y concentra (el comercio) principalmente hacia Estados Unidos", explica Martínez Cortés.

Por su parte, Alejandro Álvarez añade que la cláusula también podría afectar a países latinoamericanos. “Lo que salta a la vista es que el caso fundamental sería China, pero en la región también está Cuba. Este tipo de restricciones también pueden representar un recrudecimiento del bloqueo hacia los cubanos”, dijo.

La “cláusula de exclusividad”, dice Martínez Cortés, es solo un ejemplo de estrategias del acuerdo que hacen a la economía mexicana aún más dependiente de Estados Unidos. "Hay una enorme cantidad de cláusulas que atan mucho a México con Washington", añade.

Uno de los sectores más significativos para México y Estados Unidos es el automotriz. El sector representa el 8,63% de las exportaciones de México. En ese tema acordaron varios cambios; uno de ellos es que, para que un vehículo pueda ser exportado sin aranceles el 75% debe estar fabricado en uno de los tres países. Además, entre el 40 y el 45% del automotor debe ser fabricado por personas que ganan al menos USD 16 por hora.

Si se comprueba que una empresa no cumple con los requisitos laborales podrá ser sancionada por "dumping social". La medida claramente busca impedir que las fábricas se muden a México para abaratar costos en mano de obra.

"Para cumplir los nuevos requisitos México tendrá que reformar su ley laboral antes de que entre en vigencia el acuerdo", dice Martínez Cortés.

Para Álvarez, aún modificando la ley laboral, sería imposible para México cumplir con esos parámetros de empleo. “Lo que se paga por hora en Estados Unidos está cercano a lo que recibe un trabajador en México por un día de trabajo”, explica. Aumentar los salarios de forma tan rápida sería casi imposible.

Añade que una posible consecuencia sería que las plantas de manufactura de vehículos eventualmente abandonarían México, “porque aquí no se pagan esos salarios ni se podrían pagar hasta en un mediano plazo”.

Otros cambios en materia laboral y que deben ser aplicados a todas las industrias que se quieran beneficiar del T-MEC incluyen la protección a los sindicatos y la eliminación del trabajo juvenil en la elaboración de mercancías que sean exportadas, algo que la ley mexicana permite desde los 15 años con permiso de los padres.

En el sector automotriz, Canadá y México acordaron un cupo de 2,6 millones de vehículos exportados a Estados Unidos en caso de que el presidente Trump imponga aranceles globales para autos de un 25%.

En materia de patentes el gobierno de Peña Nieto también cedió un terreno importante. El nuevo acuerdo aumentó de 5 a 10 años la vigencia de las patentes de productos biomédicos, como los usados para combatir el cáncer.

"Al aumentar la vigencia de las patentes se protegen los monopolios farmacéuticos y hace que aumente el precio de esos productos", añade Martínez Cortés.

El resultado del acuerdo para Canadá

Canadá acordó brindarles a los productores de lácteos estadounidenses acceso a un 3,5% de su mercado doméstico, lo que significaría unos USD 16.000 millones al año.

Por otro lado, el gobierno de Justin Trudeau logró preservar un mecanismo de solución de controversias comerciales que permite que cualquiera de los tres integrantes del acuerdo pueda solicitar la conformación de paneles binacionales independientes cuando sientan que son víctima de decisiones comerciales desleales por parte de otro miembro del acuerdo.

Lo que quedó claro con el nuevo acuerdo comercial entre los países de América del Norte es que Estados Unidos pudo adelantar una importante porción de la agenda que tenía cuando inició la renegociación del acuerdo.

El resultado de la implementación tendrá peso en la próxima temporada electoral de 2020, en la que Donald Trump buscará su reelección.

Agencia Anadolu


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