Detenida el 11 de noviembre al norte de Brisbane, la australiana My Ut Trinh, de 50 años, fue imputada de contaminación de alimentos al comparecer este 12 de noviembre ante la Corte de Magistrados de Brisbane. La acusación, que contiene siete puntos, podría costarle hasta 10 años de cárcel en el caso de que sea declarada culpable, según el canal 9News.
My Ut Trinh, exsupervisora de una granja agrícola que estaba descontenta con el trato que le dispensaban y supuestamente dijo a colegas que quería vengarse, seguirá bajo arresto sin derecho a fianza hasta que el tribunal vuelva a examinar su caso.
Según la policía, fue el rastro de su ADN en una aguja descubierta en una canastilla de fresas en Victoria lo que llevó al arresto de la mujer.
"Creemos que la prueba es sólida", cita el canal al detective Jon Wacker, del Grupo contra Drogas y Delitos Graves.
El pasado 12 de septiembre, tras el hallazgo de agujas en canastillas de fresas, las autoridades australianas avisaron al público del riesgo.
Más tarde, también fueron halladas bananas y manzanas contaminadas, por lo que se recomendó cortar cualquier fruta antes de comerla.
También en Nueva Zelanda se encontraron agujas en las fresas importadas de Australia.
El Servicio de Policía de Queensland coordinó a raíz de estos sucesos una investigación nacional en la que se implicaron varias agencias gubernamentales, policiales y de inteligencia.
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