Los colillas de cigarrillo se han convertido en la mayor fuente de contaminación de los océanos, informa NBC News.
4,9 de los 5,5 billones de cigarrillos que se producen anualmente en el mundo contienen un filtro plástico fabricado con acetato de celulosa que puede tardar décadas en descomponerse. Eventualmente, terminan depositados en algún lugar del mundo, como subraya el proyecto Cigarette Butt Pollution. Y de los principales sitios donde terminan es, precisamente, el océano.
La organización de defensa del medio ambiente The Ocean Conservancy ha encontrado más de 60 millones de colillas en la basura recogida en playas de todo el mundo durante 32 años. Esta cifra equivale a alrededor de un tercio de todo lo recogido y supera a las bolsas de plástico, contenedores, tapas de botellas, utensilios para comer y botellas juntos. Además, encontraron productos químicos derivados de las colillas en aproximadamente el 70% de las aves marinas y el 30% de las tortugas marinas examinadas. La explicación es que estos desechos se desintegran en microplásticos que los animales silvestres ingieren con facilidad.
"Se necesita más investigación para determinar exactamente qué impacto tienen estos microplásticos y otros desechos", opina Nick Mallos, director de la campaña Trash Free Seas para Ocean Conservancy.
"Obviamente, no podemos depender de los fumadores individuales para que cambien su comportamiento", expresa por su parte Andrea Solano, del Programa de Educación y Prevención del Tabaquismo del condado de Santa Cruz, que reclama una mayor implicación de los fabricantes.
"Es hora de que la industria tabacalera asuma la responsabilidad de sus desechos tóxicos en lugar de depender de los gobiernos locales y de los voluntarios. Deben eliminar o revisar los filtros de plástico o comenzar a compensar a las jurisdicciones locales que actualmente costean la limpieza", reclamó.
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