Conforme a los datos facilitados este jueves por la organización no gubernamental Fórum Brasileño de Seguridad Pública, el número de homicidios en Brasil incrementó el año pasado cerca de un 3 % respecto a 2016, cuando ya hubo un récord de 61 597 muertes violentas.

Con este aumento de asesinatos, la tasa media de homicidios en el país se situó por primera vez por encima de 30 y llegó a 30,8 por cada 100 000 habitantes, ha señalado la referida entidad.

Sin embargo, la tasa varía dependiendo de regiones: en Sao Paulo (sureste), el estado más poblado de Brasil, es del 10,7 por cada 100 000 habitantes, mientras que en Río Grande do Norte (noreste), uno de los más pobres, alcanza 68, lo que supone el mayor indicador.

Al respecto, la directora ejecutiva de Fórum, Samira Bueno, ha detallado que aunque la mayor parte de Brasil logró reducir el número de homicidios en 2017, en 12 estados se registró un crecimiento tan intenso que acabó impulsando los números absolutos.

De estos 12 estados, Ceará, Acre, Pernambuco y Río Grande do Norte, todos en la región norte y noreste del país, se ubicaron entre los más violentos.

El despunte de la violencia se debe a acciones precisamente diseñadas para detener este flagelo. Entre los indicadores que aumentaron el número absoluto de homicidios destaca el de civiles muertos en operaciones de la policía, que llegaron a un total de 5144, lo que supone un aumento del 21,4 % respecto a 2016, señala la organización.

La violencia es uno de los problemas epidémicos de Brasil y una de las principales preocupaciones de la opinión pública. En medio de una ola de violencia, el presidente de Brasil, Michel Temer, anunció el pasado febrero, la creación del Ministerio Extraordinario de Seguridad Pública.

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