Conflicto armado en Oriente Medio
Las guerras civiles en Siria y Afganistán continuarán durante bastante tiempo, desde varios meses hasta varios años, opina Sivkov. No habrá estabilidad en Irak a corto plazo. El problema kurdo, que Washington está tratando de aprovechar en su interés, no ha sido resuelto. El fortalecimiento de las posiciones en la región de Rusia e Irán puede contribuir al aumento de la actividad militar de Estados Unidos, Israel y sus aliados de los países árabes.
"Si bien de carácter limitado e insignificante, el riesgo de una invasión a gran escala permanece", apunta el analista.
Asimismo, aparece la posibilidad de una agresión de EEUU, Israel, los países de la OTAN y sus aliados en las monarquías del golfo Pérsico contra Irán. Esta será una guerra local lo suficientemente grande. Irán será capaz de establecer el agrupamiento de fuerzas por un total de más de un millón de personas, 300 aviones de combate y más de 400 helicópteros. Para lograr el éxito en una guerra como esta, Washington y sus aliados tendrán que asegurarse de la inmensa superioridad de su aviación en cantidad y calidad, aclara.
El pretexto de tal guerra sería la reanudación del programa nuclear de Irán o el inicio de un conflicto militar con uno de los principales países del golfo Pérsico, Arabia Saudí, apunta el autor. La duración de tal guerra será de varios meses. Su posible finalización puede ser el cambio del régimen político en el país árabe. El riesgo de atraer a Rusia al conflicto, Sivkov lo califica de moderado.
"La apariencia de un país agresivo y hostil en las fronteras rusas, en el cual Irán puede convertirse, es absolutamente inaceptable para Moscú", subraya el experto.
América Latina
Konstantín Sivkov también menciona a América Latina, donde Rusia tiene aliados. La principal de las contradicciones graves observadas en la región es el deseo de algunos países de retirarse del cuidado de su vecino del norte, EEUU. Estos son países suficientemente grandes y económicamente prósperos, como Brasil, Argentina, Venezuela y algunos otros, puntualiza.
"Se puede decir que Washington ha perdido en gran medida el control de su 'patio trasero'", afirma Sivkov.
Con los problemas internos de los países mencionados, como las contradicciones interestatales multifacéticas, Estados Unidos busca recuperar el control principalmente a través del cambio de los Gobiernos y las élites que son inaceptables para ellos. Por lo tanto, básicamente los conflictos armados en la región a corto y mediano plazo tendrán carácter de guerras híbridas.
"Un buen ejemplo es Brasil y Argentina, donde los líderes ya han sido desplazados, enfocados en el desarrollo soberano de sus Estados. Con los mismos objetivos, se está desarrollando la situación en Venezuela", declaró Sivkov.
Por lo tanto, a medio plazo, la región debería esperar la aparición de conflictos armados internos con su posible internacionalización por parte de EEUU y sus estados vecinos aliados.
El 'eterno' Afganistán
La guerra en Afganistán continuará durante mucho tiempo, hasta varios años, debido a la reticencia de EEUU a reconocer la 'derrota' y salir del país, así como la falta de condiciones para la reconciliación nacional, subraya el experto militar ruso.
En este contexto habrá que esperar el aumento de los intentos de las organizaciones islámicas radicales de penetrar en la región. Esto conducirá al aumento de la escala de confrontación militar en el propio Afganistán, así como a la exportación de la nueva ola de radicalismo islámico en los estados vecinos de Asia Central. Una situación económica y sociopolítica inestable, combinada con profundas contradicciones étnicas y religiosas, crea condiciones favorables para el surgimiento de conflictos armados, principalmente conflictos internos.
"La probabilidad de involucrar a Rusia, vinculada con las repúblicas de Asia Central por el Tratado de Seguridad Colectiva, es extremadamente alta, casi inevitable. Es imposible excluir completamente la participación en estos conflictos de China, que ya se ha introducido suficientemente en la economía de la región. La participación rusa puede ser representada por una base militar con varios miles de efectivos", añade Sivkov.
Situación en Yemen
La guerra en Yemen continuará, cree el analista.
La base geopolítica de este y otros conflictos en África será el enfrentamiento entre Arabia Saudí y EEUU, por un lado, y China e Irán, por otro, por influencia en la región. La condición para el estallido de una guerra es la presencia de serias contradicciones internas, principalmente éticas y religiosas, que son utilizadas por actores externos para expandir sus zonas de influencia. Por duración, tales conflictos militares pueden ser a corto plazo, varios días y relativamente largos, de meses a varios años, opina Sivkov.
"La probabilidad de involucrar a Rusia en estos conflictos, dado el nivel de participación política y económica de Rusia en la situación de la región a medio plazo, debe considerarse baja", concluye.
La cuestión ártica
Konstantín Sivkov también considera el Ártico como otro posible escenario del inicio de un conflicto global. Así, en la región hay contradicciones que están relacionadas principalmente con la redistribución de las esferas de influencia sin una completa solución jurídica internacional de la cuestión, así como con los requisitos de EEUU sobre la transferencia de la ruta marítima del Norte bajo control internacional. Con la excepcional importancia militar estratégica, económica y de transporte de la región, la lucha por ella se ve exacerbada, opina Sivkov. Las principales partes en conflicto en esta zona, según el experto, son Rusia y Estados Unidos con sus aliados de la OTAN.
"Incluso un conflicto armado limitado implica un alto riesgo de convertirse en una guerra a gran escala entre Rusia y la OTAN con la posibilidad de una escalada nuclear. Cabe destacar que la probabilidad de un conflicto armado en la región es muy pequeña", afirma el experto.
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