La ceremonia solemne, que tuvo lugar en el monasterio budista Wat Pha That Doi Wao, uno de los templos más grandes de la provincia de Chiang Rai, fue transmitida en vivo por la televisión tailandesa.
Uno de los adolescentes es cristiano y por tanto asistió a la ceremonia como espectador.
Los adolescentes fueron iniciados como novicios, y no monjes, ya que para cada uno de ellos la iniciación a la sangha fue la primera en sus vidas. El entrenador del equipo, Ekapol Chanthawong, que creció en un templo y pasó el noviciado cuando era niño, fue ordenado como monje.
Se señala que los jóvenes y su entrenador entraron en el monacato para agradecer al buzo Samar Kunan, fallecido durante el rescate de los atrapados en la cueva y galardonado a título póstumo con la Orden del Elefante Blanco, una de las condecoraciones más prestigiosas del reino.
Los adolescentes pasarán nueve días en monasterios de la provincia de Chiang Rai como novatos, mientras que su entrenador seguirá siendo monje durante todo el año.
La víspera los niños y su entrenador se afeitaron sus cabezas y cejas como un procedimiento previo a la ceremonia principal y hoy recibieron túnicas monásticas de color azafrán y cuencos de limosnas.
En el budismo de la rama Theravada, que se practica en Tailandia, todos los hombres deben ordenarse temporalmente como monjes al menos una vez en su vida, en la adolescencia.
También en Tailandia, es de costumbre ordenarse como monjes por un tiempo por la muerte de alguien cercano o una persona a la que uno está profundamente agradecido.
A menudo, lo hacen también para restaurar el equilibrio psíquico y mental a través de meditaciones y oraciones después de experiencias difíciles de la vida como accidentes, conflictos militares, etc. Sputnik
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