En Chiapas así como en todo México, cuando un contribuyente fallece, sus adeudos con el fisco federal seguirán generando intereses, recargos por mora y de cualquier forma tendrán que ser liquidados.

Lo anterior significa que los familiares de la persona que muere, tendrán la obligación de liquidar la deuda ante el Servicio de Administración Tributaria, de lo contrario será una deuda indefinida o afectará en dado caso si hay una herencia.

El acta de defunción no cuenta como un aviso al Servicio de Administración Tributaria para dar de baja al contribuyente del registro ya que este proceso deberá realizarse por separado.

Los herederos, familiares o representantes tendrán que presentar una solicitud ante el Servicio de Administración Tributaria, requiriendo la cancelación del registro federal del contribuyente por defunción, con lo cual se inicia el proceso de sucesión, para determinar quién o quienes quedarán a cargo de la administración del patrimonio del contribuyente fallecido, y en caso de existir adeudos, los sucesores deberán liquidar dicha deuda.

Los adeudos que no son pagados ante el fisco, independientemente de que haya fallecido el contribuyente, seguirán generando recargos haciendo que el crédito fiscal aumente, hasta llegar a ser una deuda impagable, en donde ni siquiera los demás bienes que haya dejado el contribuyente sean suficientes para absorber dicha cantidad.

HispanTV.es

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