Según afirmó una fuente de Sputnik en Siria, adicionalmente serán liberados los habitantes de la aldea de Eshtabraq, que también se encuentra en la provincia de Idlib, así como los vecinos de Al Iss, en el sur de Alepo. Con esta medida, unas 7.000 personas se librarán del asedio de los grupos rebeldes.
A cambio, el Gobierno de Siria liberará a 1.500 miembros de estos grupos que se encuentran en prisión. No obstante, el medio sirio SANA informó de que los habitantes de estas ciudades temen un posible ataque contra ellos durante la evacuación.
En abril de 2017 un terrorista suicida causó una explosión cerca de los autobuses que transportaban a los civiles evacuados de las ciudades de Fua y Kefraya. Aquel ataque provocó 120 víctimas mortales, la mayoría de las cuales niños.
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