A fines del mes pasado, el Departamento de Defensa estadounidense (Pentágono) adelantó su decisión para modernizar los estadounidenses sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés), y Patriot, instalados anteriormente en Corea del Sur con el supuesto objetivo de contrarrestar la amenaza de Corea del Norte. 

No obstante, la polémica decisión del Pentágono para mejorar sus sistemas antimisiles en la península coreana, donde “ya no hay amenaza nuclear de Corea del Norte”, según corroboró el presidente norteamericano Donald Trump, plantea muchas preguntas.

El comentarista militar con residencia en Hong Kong, Song Zhongping, cree que la actualización extendería el alcance operacional de THAAD de 200 km a 800 km, aumentando el alcance del sistema al norte de China, donde el Ejército chino ha desplegado muchos de sus misiles clave.

“El Pentágono quiere utilizar la amenaza nuclear de Corea del Norte como una excusa para mejorar THAAD y su sistema Patriot para atacar a China como su principal enemigo, y a los sistemas de misiles balísticos de Rusia”, dijo el martes Song al rotativo South China Morning Post.

Aunque una fuente en la Fuerza Aérea de Corea del Sur aseguró que la actualización de los sistemas antimisiles es una medida cien por ciento “defensiva”, Hong Hyun-ik, un investigador principal del Instituto surcoreano Sejong, dijo que la medida cumpliría con “el interés estratégico de EE.UU. de contener a China”.

Rusia y China han denunciado en múltiples ocasiones la instalación de los sistemas antimisiles norteamericanos en la península de Corea, y han advertido que supone una “amenaza grave” para su seguridad y sus intereses nacionales.

HispanTV.es

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