Se trata del sheij Rashid bin Hamad al-Sharqi, de 31 años, quien es el segundo hijo del emir de Al-Fuyairah —un emirato de EAU— y que llegó el pasado 16 de mayo a Doha, la capital de Catar, para pedir asilo, denunciando que su vida estaba en peligro por disputas con gobernadores emiratíes.

Según recogió el diario estadounidense The New York Times en un informe divulgado el domingo, Rashid acusa a dirigentes de EAU de corrupción y chantaje pero al parecer el príncipe no cuenta con bastantes pruebas que apoyen sus afirmaciones.

Rashid señaló además que hay mucha tensión interna entre los gobernadores emiratíes sobre la implicación de su país en la guerra contra Yemen que ha dejado muchas bajas entre los soldados de los EAU.

“Ha habido más (soldados) muertos procedentes de Al-Fuyairah que de cualquier otro lado”, apostilló, mientras rechazó el balance oficial ofrecido por el Gobierno de Abu Dabi, pues según indicó la cifra real de los militares muertos es mucho más alta.

Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados, incluido EAU, llevan a cabo una brutal campaña militar contra Yemen, con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente al movimiento popular yemení Ansarolá.

La guerra impuesta por Arabia Saudí y sus aliados contra Yemen ha dejado 11 000 muertos y casi 23 000 heridos, además de hundir al país más pobre del mundo árabe en la hambruna y epidemias, de acuerdo con el último balance ofrecido por las Naciones Unidas.

Sin embargo, la costosa agresión saudí todavía no ha alcanzado ninguna de sus metas ulteriores, debido a fuerte resistencia del Ejército y los comités populares yemeníes.

HispanTV.es

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