En declaraciones concedidas el domingo al programa Face the Nation de la cadena estadounidense CBS News, Ernst aseveró al presidente de EE.UU., Donald Trump, que no considere trabajar con Rusia sobre la presencia de Irán en Siria a cambio de que Washington reduzca sus fuerzas en el país árabe.

“Sería muy cauteloso en esos movimientos, pero si hay una manera de asociarnos y frenar a Irán, lo apoyaría. Pero de nuevo, siendo muy cauteloso, porque no veo que Rusia sea alguna vez una verdadera amiga o aliada de Estados Unidos”, dijo.

Además de expresar su preocupación por tal medida de cara a la reunión entre Trump y su par ruso, Vladimir Putin, que celebrará el 16 de julio en Helsinki (capital de Finlandia), la senadora por Iowa volvió a lanzar su advertencia al decir que “obviamente, Rusia no es nuestra amiga”.

De hecho, la reunión entre Putin y Trump se celebrará mientras Moscú y Washington pasan por su peor momento desde el fin de la Guerra Fría a raíz de diferencias sobre varias cuestiones, como la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, la anexión de la península de Crimea al territorio nacional ruso y las sanciones antirrusas de EE.UU.

La Siria presidida por Bashar al-Asad, que está en vías de acabar definitivamente con los grupos terroristas y rebeldes gracias a las ayudas de Irán y Rusia, ha denunciado siempre la presencia militar ilegal de EE.UU. en su suelo. De acuerdo con Damasco, la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe) estadounidense apoya omnímodo a los terroristas y milicianos, y tiene como objetivo real socavar la soberanía siria y prolongar la crisis que sufre el país.

Este escenario se presenta, mientras que desde el comienzo de la crisis siria en 2011 la República Islámica de Irán ha proporcionado asesoramiento militar y ayuda humanitaria a este país árabe a petición del Gobierno de Damasco, que ha agradecido en reiteradas ocasiones el apoyo de Teherán en su lucha antiterrorista.

Sputnik

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