"La OACDH trabaja con las autoridades de Jordania y llama al país a dejar abierta la frontera [con Siria], así como insta a los Estados de la región a acoger más refugiados si pueden", dijo.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en la frontera entre Siria y Jordania actualmente se encuentran unas 40.000 personas.
Además, en la OCHA comunicaron que unas 270.000 personas abandonaron sus hogares durante las últimas dos semanas debido a los combates en el suroeste de Siria.
Las zonas del sur y suroeste de Siria, que incluyen Deraa, Quneitra y Suweida y se encuentran junto a las fronteras con Israel y Jordania, forman parte de la zona de distensión creada en julio de 2017 gracias a un acuerdo entre este último país, Rusia y EEUU.
El Gobierno sirio, que afirma estar priorizando una solución pacífica en el sur de Siria, realiza paralelamente en la zona una operación militar contra el grupo terrorista Frente al Nusra (organización prohibida en Rusia y otros países).
Dicha organización extremista, según Damasco, intenta intimidar a los habitantes locales con ataques diarios contra barrios residenciales de las ciudades de Deraa y Suweida.
Demolición de un pueblo beduino en Palestina
La portavoz de la OACDH, Elizabeth Trussell, declaró que el organismo acogió con preocupación el plan de Israel de demoler en los próximos días el pueblo beduino de Jan al Ahmar situado en territorio palestino.
"Nos preocupa profundamente la información de que las autoridades de Israel planean demoler en los próximos días la comuna beduina de Jan al Ahmar", dijo.
Según datos de la OACDH, en esta comuna viven 181 personas, de las que más de la mitad son menores de edad, por lo que temen que "exista un alto riesgo de traslado forzoso".
En relación con eso Trussell recordó la declaración del secretario general de la ONU y del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, que calificaron ese plan de Israel como "discriminatorio e incompatible con las normas de la legislación internacional".
"Toda destrucción emprendida en este contexto podrá calificarse con mucha probabilidad como desalojamiento forzoso y violación del derecho a la residencia de miembros de la sociedad", señaló.
Además recordó que "el derecho humanitario internacional prohíbe a una fuerza de ocupación destruir o confiscar la propiedad privada".
La OACDH de la ONU instó a Israel a no destruir Jan al Ahmar y respetar los derechos de sus residentes.
Reuters