“La mejor forma de manifestar nuestro rechazo a este tipo de actos es acudiendo a votar”, ha anunciado este jueves el presidente mexicano en un breve mensaje a la nación.

Con esas palabras, el jefe de Estado ha hecho referencia a la violencia que ha ensombrecido las campañas electorales y que ha convertido el proceso electoral en el más sangriento de la historia de México.

Peña Nieto ha admitido la ola de violencia. “Se registraron hechos violentos en distintas localidades” ha dicho sin mencionar la cifra de políticos y candidatos, además de precandidatos y funcionarios locales, asesinados en diversas zonas por el crimen organizado.

“Cada voto cuenta” ha insistido el mandatario a la vez que ha invitado al pueblo a acudir a las urnas “con orgullo, alegría y confianza” en el futuro y a hacer del próximo 1 de julio “una verdadera fiesta de la democracia”.

“Éste será el proceso electoral más grande de la historia nacional mexicana, en la que “más de 18000 cargos estarán en disputa, incluyendo el de Presidente de la República, gobernadores, legisladores locales y federales, y ayuntamientos”, ha destacado Peña Nieto.

En las próximas elecciones del país latinoamericano están convocados más de 87 millones de mexicanos. Desde el inicio de la campaña electoral en México, que ha cerrado hoy jueves, se ha registrado un total de 122 asesinatos de políticos, incluidos 28 precandidatos y 18 candidatos. 

Según un estudio realizado por la consultoría Etellekt, el 80 % de los homicidios fue de opositores de los partidos que gobiernan los estados y ocurrieron mayormente en lugares como Michoacán, Guerrero y Oaxaca.

En México la violencia se ensaña con todos los estratos: más de 500 policías fueron asesinados en 2017, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), divulgado el pasado domingo. Además se registraron unos 10 395 homicidios en el período de enero y abril de este año.

HispanTV.es

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