“No queremos una nueva guerra fría. No queremos una nueva carrera armamentística y no queremos aislar a Rusia. Rusia es nuestro vecino y lo va a seguir siendo”, ha afirmado Jens Stoltenberg durante una entrevista en exclusiva concedida a la agencia alemana Deutsche Welle.
Aun así ha reiterado que la OTAN seguirá aumentando su capacidad defensiva para hacer frente a lo que ha llamado la creciente “hostilidad” de Rusia, razón por la cual la Alianza Atlántica ha desplegado y sigue desplegando más y más tropas y armas en países de la OTAN que comparten frontera con Rusia.
Además, ha advertido de que Rusia, según indican los organismos de inteligencia de la Alianza Atlántica, está desarrollando novedosas armas nucleares que se podrían usar con más facilidad y con menos repercusiones en el campo de batalla, por lo que la OTAN está vigilando de cerca las actividades de las fuerzas rusas en las proximidades de sus fronteras.
“No voy a dar detalles sobre el tipo de información de inteligencia que tenemos sobre las armas rusas pero deben saber que Rusia está desarrollando nuevas capacidades militares, tanto convencionales como nucleares, que facilitan el uso de armamento nuclear por parte de Rusia en un posible conflicto”, ha apostillado.
No obstante, ha insistido en que la OTAN no busca expandir su arsenal nuclear para enfrentar el nuevo desafío ruso, sino que busca contener a Rusia aumentando la unidad y la colaboración entre los Estados miembros de este ente militar.
En los últimos años —en especial tras la intensificación de la crisis en el este de Ucrania—, han aumentado, de manera significativa, las tensiones entre los países occidentales y Rusia, hasta el punto de intercambiar amenazas con medidas bélicas y hasta ataques nucleares.
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