El barco entró el lunes por la noche en el puerto, asistido por un remolcador. El viernes por la mañana se desvió de su ruta para socorrer a 113 personas frente a las costas de Libia. El sábado, cinco de ellas -incluyendo cuatro niños y una mujer embarazada- fueron desembarcados en Sicilia.
La ministra danesa de Inmigración e Integración, Inger Stjøberg, dijo el lunes que pensaba enviar una carta a Matteo Salvini, ministro italiano de Interior, para pedirle que actuara para los migrantes no permanecieran más tiempo en el barco.
Salvini, también vice primer ministro y líder del partido de ultraderecha La Liga, insistió el lunes en que no autorizará a más barcos de oenegés extranjeras que hayan rescatado a migrantes frente a Libia a atracar en puertos italianos. Los barcos de los guardacostas italianos, en cambio, sí que fueron autorizados a atracar para que los migrantes auxiliados desembarcaran.
Sin embargo, era la primera vez que un barco mercante, al que los guardacostas solicitaron que interviniera para socorrer a esos migrantes, se encontraba bloqueado frente a un puerto esperando órdenes de las autoridades marítimas italianas.