Cuando los nazis engañaron a la Cruz Roja mostrando un campo de concentración como si de un simple gueto se tratara

  21 Junio 2018    Leído: 1140
Cuando los nazis engañaron a la Cruz Roja mostrando un campo de concentración como si de un simple gueto se tratara

De sobras conocido es el genocidio nazi en el que se encerró y eliminó a millones de personas por no ser de ‘raza aria’. Homosexuales, gitanos, negros y sobre todo judíos fueron el objetivo de persecución durante el Tercer Reich, siendo encerrados en campos de concentración o de trabajos forzados y muriendo un gran número de ellos.

Entre los muchos campos de concentración que Hitler ordenó habilitar se encuentra el ‘Campo de concentración de Theresienstadt’, el cual ha pasado a la historia por una curiosa (a la vez que miserable) artimaña que los nazis realizaron para engañar a un comité de la Cruz Roja Internacional que exigió visitar aquel lugar ante las noticias que le había llegado a la organización humanitaria de que no se respetaban los derechos humanos.

El campo Theresienstadt fue inaugurado en 1941 en una antigua fortificación situada a sesenta kilómetros de Praga y que había pertenecido a la Familia Real durante el imperio Austrohúngaro.

No se concibió como un campo de concentración o trabajos forzados sino de tránsito, en el que irían llegando los prisioneros judíos que después se distribuirían por otras instalaciones o acabando con sus vidas.

Tenía una capacidad para cinco mil personas pero allí se llegaron a enviar más de cincuenta mil, quienes vivían hacinados y en unas pésimas condiciones. Se calcula que diariamente morían en Theresienstadt alrededor de medio centenar de personas solo por desnutrición o enfermedades víricas, ya que tampoco contaban con unos mínimos sanitarios.

Pero todo cambió (tan solo por unos días) cuando fue anunciada la visita de la Cruz Roja para junio de 1944. El Reich alemán (que ya comenzaba a estar en sus horas bajas) quería mostrar a la organización humanitaria que aquel lugar no se trataba de un campo de prisioneros sino de una ciudad (gueto) que el Führerhabía mandado construir para los ciudadanos judíos que habían sido enviados allí a la espera de poder marchar rumbo a Palestina.

Desde el alto mando del Tercer Reich se ordenó adecentar Theresienstadt para que pareciera, a ojos de los observadores internacionales que lo visitarían, como una ciudad modélica. Se llevaron a un gran número de presos (los que padecían desnutrición y enfermedades), construyeron jardines y parques infantiles, bancos para sentarse, se pintó e incluso se habilitó una sala de teatro para que se realizara una representación.

Daba la casualidad que en aquel lugar habían ido a parar varios compositores, cineastas, directores de teatro y dramaturgos judíos muy famosos en su época, por lo que se le quiso dar un aire de gueto cultural y bohemio.

A los presos se les dio una hogaza de pan y un trozo de carne, algo que llevaban años sin comer y se les obligó a vestirse elegantemente. Se les dio consignas para que las repitieran en caso de ser preguntados por los miembros de la Cruz Roja y aquel que no lo hiciera sería asesinado.

Incluso se llegó a rodar un cortometraje propagandístico que mostraba el idílico lugar. Para ello se utilizó al director de cine alemán Kurt Gerron (quien estaba encerrado allí por su condición de judío) y se le obligó a filmar dicha película que posteriormente se mostraría al mundo en una campaña en la que enseñar lo bien que se vivía en el gueto de Theresienstadt.

es.noticias.yahoo.com


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