"Las guerras, la violencia y la persecución han conducido a que el desplazamiento forzoso en el mundo alcance un nuevo máximo histórico en 2017 por quinto año consecutivo, como consecuencia, entre otras cosas, de la crisis en la República Democrática del Congo, la guerra en Sudán del Sur y la huida hacia Bangladés de cientos de miles de rohinyá desde Birmania", se subraya en el informe Tendencias Globales de ACNUR, publicado el 19 de junio de 2018.
La cifra total de personas desplazadas incluye a 25,4 millones de refugiados, 40 millones de desplazados internos y 3,1 millones de solicitantes de asilo que todavía no han recibido respuesta de las autoridades, informa la Agencia de la ONU para los Refugiados. Al mismo tiempo, los expertos destacan la reducción del número de desplazados internos: con respecto a 2016 esta tasa ha disminuido en 300 miles de personas y constituye 40 millones.
En cuanto a los refugiados, más de una quinta parte son palestinos. El resto corresponde a cinco países como Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Birmania y Somalia. "Turquía sigue siendo el país que más refugiados acoge en todo el mundo en términos absolutos, con una población de 3,5 millones de refugiados, principalmente sirios", afirma el estudio de ACNUR. Las estadísticas muestran que el 85 % de los refugiados viven en países en desarrollo.
"Estamos en un punto de inflexión y para que la gestión del desplazamiento en el mundo tenga éxito es necesario un nuevo enfoque mucho más integral, que no deje solos a los países y a las comunidades frente a estas situaciones", declaró el Alto Comisario de la ONU para los Refugiados, Philippo Grandi.
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