El alcalde del condado, Harry Kim, publicó el anuncio correspondiente en su cuenta de Twitter.
Se estima que la erupción destruyó unas 455 viviendas en el condado de Hawái, de las que 192 eran residencias principales.
Algunas casas y granjas quedaron aisladas por los flujos de lava; otras se volvieron inaccesibles o inhabitables debido a las altas concentraciones de cenizas y dióxido de azufre.
El estado de Hawái no tiene programas de asistencia individual y hasta la fecha han sido el gobierno del condado, las agencias estatales y numerosas ONG las que han brindado ayuda a los damnificados.
Sputnik