Según aseveró el padre, de 50 años, se había quedado dormido con su arma de fuego sobre el regazo y, al ser despertado por los toques en la ventanilla, se sobresaltó y disparó hacia la persona que se encontraba fuera, creyéndola un secuestrador. Al percatarse de que se trataba de su propio hijo, lo subió al auto y corrió al hospital más cercano, pero el chico falleció por el camino.
Tras el accidente, el hombre fue arrestado y la Policía puso en marcha una investigación por asesinato
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