"Si bien las drogas son un problema grave en Bangladés, cualquier campaña contra ellas debe realizarse dentro del Estado de derecho y evitar el uso de fuerza innecesaria", subrayó el director de HRW para Asia, Brad Adams.
El representante de la ONG añadió que "la campaña debería suspenderse hasta que esta avalancha de homicidios se investigue de manera independiente y se implementen los procedimientos adecuados para proteger al público".
También el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Hussein, manifestó su fuerte preocupación ante las denuncias de ejecuciones extrajudiciales de supuestos narcotraficantes en Bangladés.
Según algunos informes, unas 130 personas fueron abatidas a tiros por las fuerzas de seguridad en Bangladés y otras 13.000, detenidas, después de que el Gobierno de Sheikh Hasina anunciara a principios de mayo una política de tolerancia cero hacia las drogas para hacer frente al creciente consumo de estupefacientes, en particular la propagación de la metanfetamina.
Sputnik