"La situación en Al Raqa se complica por el hecho de que durante los nueve meses, pasados tras la expulsión de ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) en la ciudad no se hizo absolutamente nada para aliviar la situación de los ciudadanos que sobrevivieron", dijo al canal RT.
Añadió que "las organizaciones internacionales que se dedican a prestar la ayuda humanitaria, denuncian falta de condiciones para trabajar en Al Raqa porque no pueden encontrar un lugar seguro para abrir oficinas y desplegar los puntos de distribución de la ayuda, porque todo alrededor está minado".
El diplomático denunció que "cada día varias personas fallecen a causa de minas y municiones no explotadas".
El 5 de junio, la Comisión Independiente de Investigación para Siria de la ONU denunció en un informe que la coalición internacional encabezada por EEUU violó los derechos internacionales humanitarios durante la liberación de la ciudad siria de Al Raqa en marzo de 2017.
En su informe, la Comisión se refirió en particular a los sucesos del 20 y 21 de marzo de 2017, cuando la coalición atacó una escuela en un barrio controlado por ISIS.
Según la Comisión, desde 2012 en la escuela residían familias de refugiados, y el ataque costó la vida a 150 civiles de los 200 que se encontraban en el recinto, mientras que EEUU declaró que el objetivo del ataque eran 30 extremistas de ISIS que se escondían en el inmueble.
La Comisión estableció que en la escuela no había extremistas y el edificio no albergaba a combatientes de ISIS, hecho del que debía estar al tanto la coalición, según subrayaron los representantes de la ONU.
Sputnik
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