La gravedad de la crisis se refleja con la reacción de la prima de riesgo, un indicador de la confianza económica, que superó este martes los 300 puntos, al tiempo que varias bolsas europeas, incluidas las de Milán y Madrid, caían cerca de un 3% por la preocupación sobre la situación política en el país y la posibilidad de nuevas elecciones.
Una reacción que el responsable del Banco de Italia, el banco central, Ignazio Visco, ha considerado "grave pero injustificada"
El Ejecutivo de Cottarelli, un ex funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) y defensor de la austeridad, tiene pocas posibilidades de obtener la confianza de un parlamento dominado por los populistas euroescépticos.
El economista, de 64 años, que ha trabajado con varios gobiernos de centro-izquierda, prometió liderar un gobierno "neutral", que garantice el manejo "prudente" de las cuentas públicas y que tranquilice a los mercados y a la Unión Europea (UE).
La lista de ministros, que según la prensa ha tenido dificultades para formar, debido a que se trata de un gabinete de transición, será presentada este martes al presidente de la República hacia 16H30 locales.
Su nombre surgió como una salida de emergencia tras la grave crisis institucional provocada después de que fracasara el domingo la formación de un gobierno acordado entre la ultraderechista Liga y los insumisos del Movimiento 5 Estrellas (M5S), los dos partidos más votados en las elecciones del pasado 4 de marzo.
El domingo el presidente italiano, Sergio Mattarella vetó el nombramiento del euroescéptico Paolo Savona como ministro de Economía. Esto precipitó la renuncia del abogado Giuseppe Conte, que la semana pasada había recibido el encargo de formar gobierno.
El economista explicó que en caso de obtener la confianza las nuevas elecciones se celebrarían a inicios del 2019 y de lo contrario en pocos meses, "después de agosto", el mes de las vacaciones en Italia.
Fuentes de prensa explicaron que aún si el gobierno de Cottarelli no obtiene la confianza del Parlamento queda a cargo los asuntos corrientes hasta las elecciones como una medida para tranquilizar los mercados.
Las elecciones anticipadas suscitan preocupación ya que estarán protagonizadas por los partidos populistas y muchos editorialistas estiman que se convertirán como un plebiscito sobre la pertenencia de Italia al euro.
Sondeos sobre la intención de voto publicados este martes indican que los desobedientes del Movimiento 5 Estrellas, que obtuvieron en solitario en las elecciones de marzo el 32%, bajan ligeramente, mientras la nacionalista y xenófoba Liga crece notablemente, superando el 20% tras haber logrado la hazaña de llegar al 17% en las elecciones.
- Protestas -
La figura de Cottarelli y sobre todo su pasado como miembro por casi 30 años del influyente Fondo Monetario Internacional, genera fuertes críticas de algunos sectores.
"Es un golpe de Estado financiero", tituló el diario Il Fatto Quotidiano, que considera que se ha "arrojado a la basura" el voto de 17 millones de italianos.
El líder del M5S, Luigi Di Maio, dijo: "Inútil que se vote en Italia. Los gobiernos los deciden los 'lobbies' financieros".
"Italia no es una democracia, no se respeta el voto popular. Los poderes fuertes quieren una Italia esclava, pobre y precaria", protestó por su parte Salvini.
Los dos movimientos han convocado a manifestaciones de protesta en todo el país para denunciar lo que consideran una violación del resultado electoral.
"Invito a todos a participar en una manifestación el 2 de junio en Roma para decir pacíficamente que nuestro voto sí vale", lanzó di Maio, mientras los militantes de Salvini ocuparán 100 plazas en toda la península.
Mientras la UE abogaba el lunes por un gobierno estable y proeuropeo en Italia, la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, denunció "un golpe de Estado" de la Unión Europea en Italia.
También ha sido muy crítico el exministro de Finanzas griego Gianis Varoufakis, que se interrogaba el lunes sobre la controvertida decisión del presidente Mattarella de vetar al ministro contrario a la moneda única.
"¿Hubiera vetado con la misma firmeza a un ministro del Interior, como hubiera sido Salvini, dispuesto a expulsar 500.000 inmigrantes, un proyecto monstruoso? Sobre eso no tuvo escrúpulos, ni una palabra dijo", escribió.
AFP.com
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