Ambos partidos se han dado esta semana como plazo máximo para superar puntos que los separan.Temor en un sector de IU a que el partido quede eclipsado por la formación morada. 03/05/2016 22:19Podemos e Izquierda Unida trabajan ya contrarreloj para lograr un acuerdo que les permita presentarse juntos a las elecciones del 26-J y desplazar al PSOE como fuerza hegemónica de la izquierda. Los equipos de ambos partidos buscarán de forma inmediata la elaboración de un programa conjunto que hace temer a los críticos de IU que su formación quede diluida por los de Pablo Iglesias. Para Pablo Iglesias, sin embargo, podría ser el golpe de efecto ante una encuestas que coinciden en que su partido ha perdido fuelle desde las elecciones del pasado diciembre. Con el 13 de mayo como plazo máximo para presentar las listas, los dos líderes de la izquierda se han dado esta semana como tope para superar la existencia de "puntos importantes" que todavía les separan y redactar un documento que sea aceptable para sus votantes. Podemos es el partido que más prisa tiene, porque debe consultar cualquier acuerdo con sus bases a mitad de la semana que viene. "Se va a poner en marcha un equipo de trabajo mixto, con representantes de ambas formaciones", decían este martes fuentes de la formación morada, que dejaron entrever que lo que se busca es un "acuerdo de mínimos".La posibilidad de una alianza provoca un especial recelo en un sector de Izquierda Unida que cree que su partido quedará diluido por un posible pacto en el que la posición dominante sería de Iglesias. Las condiciones que el líder de Podemos trató de imponer a Alberto Garzón en vísperas del 20-D ya truncaron un acuerdo entonces y todavía podrían impedir este segundo intento. "IU corre el riesgo de ser el satélite de un partido populista", advertía el lunes en una entrevista con este periódico Gaspar Llamazares, ex coordinador general de la formación. Los opositores al pacto dentro de IU quieren limitar el alcance del acuerdo al que llegue Garzón. Mientras, en Podemos hay una oposición más tímida al acuerdo liderada por el sector errejonista. Para los críticos de ambos partidos el objetivo es que cualquier documento deje claro que se trata de dos proyectos independientes y no su fusión en uno solo. Una de las claves estará en saber hasta qué punto ambas formaciones harán campaña por separado o unidas. Garzón, que fue relegado de los debates en diciembre, podría ver como Iglesias monopoliza el protagonismo, uno de los temores del sector cercano a Llamazares. Podemos no esconde que su objetivo es el «sorpasso» del PSOE, que de confirmarse perdería su histórica posición como el partido hegemónico de la izquierda. Iglesias ha asegurado que, de superar a los socialistas, su intención es "tender la mano" al partido de Pedro Sánchez para formar un gobierno de izquierdas que desaloje del poder al Partido Popular. «No vemos al PSOE como un adversario, sino como un aliado al que, en caso de que ganemos las elecciones, vamos a pedir que esté con nosotros en el Gobierno como un aliado», dijo el domingo Iglesias.
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