Moscú estaría preocupada de que un enfrentamiento directo entre Israel e Irán pusiera en peligro la continuidad del presidente sirio, Bashar Asad, según las fuentes.
La posición de Rusia, indicaron las mismas fuentes, es apartar a las fuerzas iraníes de la frontera con Israel pero no de toda Siria.
Israel intentó en noviembre último que las fuerzas proiraníes se alejaran de la frontera 60 kilómetros, es decir hasta la altura de Damasco.
Sin embargo un acuerdo logrado por Rusia y Estados Unidos prevé un alejamiento de esas fuerzas proiraníes de entre cinco y 20 kilómetros, algo que no satisfizo a Israel.
Según las estimaciones de Israel, en Siria hay unos 2.000 oficiales y asesores iraníes así como 9.000 milicianos proiraníes de Afganistán, Pakistán e Irak. Sputnik
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