Si bien la política exterior panameña ha sido cuestionada durante los últimos años en relación a su falta de independencia, el viaje realizado a Oriente Medio por el mandatario Juan Carlos Varela en semanas recientes avivó las críticas en ese sentido.
Y es que mientras el presidente panameño se reunía con su homólogo palestino Mahmud Abás, expresando su supuesto interés por una salida pacífica al conflicto entre ese país y el régimen israelí, contradictoriamente una comisión oficial del istmo se abstuvo de apoyar la resolución que promueve investigar independientemente posibles crímenes cometidos en la Franja de Gaza.
Mantener el silencio ante el fraude electoral en Honduras o el golpe parlamentario en Brasil han sido algunos ejemplos de la errática diplomacia panameña, que podría tener detrás intereses ocultos.
HispanTV.es
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