"Un ataque así podría arrollar a muchos países que son miembros de la OTAN e incluso causar un daño irreparable a Estados Unidos. Por lo tanto, este lanzamiento no solo es una prueba del crucero submarino y del misil Bulava o R-30, sino también una advertencia a nuestros probables adversarios de que la Armada rusa tiene un alto nivel de preparación para el combate y protege de una manera fiable nuestros intereses nacionales y la soberanía de nuestro estado", comentó Litovkin a Sputnik.
Los misiles Bulava alcanzaron con éxito su destino: el polígono Kurá en Kamchatka. El servicio de prensa de la Flota del Norte hizo hincapié en que esta es la primera vez que se realiza un disparo con cuatro misiles a la vez desde un submarino del proyecto 955 Borei. Para alcanzar Kamchatka, los cuatro misiles Bulava sobrevolaron aproximadamente 5.700 kilómetros. La ruta exacta se mantiene en secreto.
"Hay que entender que cada misil Bulava cuenta con diez ojivas nucleares, pues, cuatro misiles llevan cuarenta ojivas nucleares", señaló el experto y añadió que los misiles tardaron tan solo unos minutos en alcanzar el campamento de pruebas Kurá.
"Es un serio recordatorio para el posible enemigo de que la flota submarina rusa ha aumentado notablemente su eficiencia", concluyó.
Las autoridades rusas reiteraron en numerosas ocasiones que las nuevas armas de Rusia no amenazan a los países que no tengan planes de atacarla y que la doctrina militar del país tiene un carácter exclusivamente defensivo.
Sputnik
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