Un portavoz del hospital rehusó dar cuenta detallada del tratamiento que habían recibido en el centro médico alegando que los pacientes, aunque hayan recibido el alta, mantienen el derecho a la confidencialidad.
Se limitó a decir que en los casos graves de exposición a un agente nervioso "es necesario estabilizar a una persona y mantenerla viva hasta que sus cuerpos puedan producir más enzimas para reemplazar las envenenadas".
La hija del exagente abandonó el hospital el 9 de abril y fue trasladada a un lugar secreto.
Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongará por varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento y catalogó el arma como neuroparalizante de la clase Novichok supuestamente desarrollada por químicos rusos.
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.
También insiste en el acceso consular a los Skripal, habida cuenta de que los dos mantienen nacionalidad rusa. Si no necesitan ayuda, deberían decirlo en persona para eliminar las sospechas de que se trata de una detención forzada o un secuestro, según la Cancillería rusa. Sputnik
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