El diario británico The Guardian publicó una investigación, que hizo junto al medio Focus Ecuador, en la que asegura que el gobierno ecuatoriano financió una operación de al menos USD 5 millones con el fin de proteger y apoyar la permanencia del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en su embajada en Londres.

El medio inglés indicó que Quito empleó una compañía de seguridad internacional y agentes encubiertos para monitorear a los visitantes de Assange, el personal de su embajada e incluso a la Policía británica.

La investigación indicó que el programa en favor del fundador de WikiLeaks se llamó ‘Operación Invitado’ y tuvo un costo de unos USD 66.000 por mes “para seguridad, recopilación de inteligencia y contrainteligencia para proteger a uno de los fugitivos de más alto perfil del mundo”.

La operación habría incluido la instalación de cámaras en la embajada luego de la llegada de Assange. El medio inglés también menciona que la agencia contratada garantizó la seguridad del líder de WikiLeaks 24 horas diarias, los siete días de la semana.

“El personal de seguridad registró en detalle las actividades diarias de Assange y sus interacciones con el personal de la embajada, su equipo legal y otros visitantes. También documentaron sus cambios de humor”, indicó The Guardian.

El medio británico mencionó que la operación contó con la aprobación del expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, y de su canciller, Ricardo Patiño.

El Gobierno de Ecuador, bajo el mando de su actual presidente, Lenín Moreno, informó a finales de marzo que suspendió las comunicaciones con el exterior de Assange en su embajada en Londres porque el programador emitió mensajes que implican interferencia en asuntos de otros Estados.

Ecuador detalló que la medida fue adoptada ante el incumplimiento de Assange del compromiso que asumió con el Gobierno a finales de 2017, en el que se comprometió a no enviar mensajes que supusieran una injerencia en otros países.

El Gobierno de Lenín Moreno advirtió a Assange que podría adoptar nuevas medidas ante el incumplimiento del compromiso de no intervenir en asuntos de Estado.

Assange tiene una orden de captura en Reino Unido y es solicitado en extradición por Estados Unidos por filtrar información secreta sobre asuntos de seguridad.

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