El portavoz de la policía de Java Oriental, Frans Barung Mangera confirmó el ataque a una comisaría de esta ciudad,, la segunda más grande de Indonesia.
"Nuestro personal está identificando a las víctimas. Hasta ahora, hemos contabilizado a siete personas. Todavía estamos recopilando datos ", dijo Frans a The Jakarta Post.
Por su parte, el canal Kompas TV comunicó que la última explosión causó 10 heridos: cuatro agentes y seis civiles.
Según el periódico The Jakarta Globe, una cámara de vigilancia grabó a dos individuos que se acercaron en una moto al local y detonaron una bomba.
El incidente ocurrió a las 8.50 hora local (1.50 GMT).
Horas antes, una bomba casera mató a tres personas en una vivienda de la ciudad de Sidoarjo, Java Oriental.
La víspera, una cadena de ataques con explosivos dirigida contra tres iglesias de Surabaya provocó 11 muertos y 40 heridos.
El triple atentado fue perpetrado por los miembros de una familia recién vuelta de Siria, según la policía, y reivindicado por Daesh, el grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, reafirmó este lunes su determinación de combatir el terrorismo y dijo haber ordenado a la policía que tome medidas firmes para poner fin a los atentados.
En su cuenta de Twitter, el mandatario señaló también que pide a la Cámara de Representantes y a los ministerios implicados a acelerar la adopción de enmiendas presentadas en 2016 a la ley antiterrorista en vigor.
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