"El Gobierno de la República reconoce que es una decisión soberana del Gobierno de EEUU adoptada como política de Estado de la Administración (del presidente Donald) Trump, sin embargo lamenta profundamente la cancelación del TPS", dice el comunicado de ocho puntos emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras.
La cancillería hondureña cifra en 44.000 los connacionales afectados, aunque los números de EEUU indican que se trata de más de 56.000 personas.
Esa política de Estado afecta a decenas de miles de hondureños y "a muchos miles más de otros países, a los que se le ha cancelado este beneficio anteriormente, quienes han demostrado que son personas de bien, que se han integrado plenamente a la vida norteamericana, adoptando sus costumbres y tradiciones y contribuyendo de manera significativa a la economía y sociedad de ese país, manteniendo una excelente conducta, trabajando arduamente y siendo respetuosos de las leyes", expone el comunicado de la cancillería de Honduras.
El Gobierno hondureño "reconoce y agradece la solidaridad del Gobierno y pueblo de EEUU por haber acogido a más de 100.000 compatriotas bajo el amparo del TPS durante dos décadas, en consecuencia de la devastación del huracán Mitch (1998) y por las ampliaciones otorgadas hasta esta fecha, (…) un total de 24 meses", agrega el texto.
Las autoridades de Honduras avisan a sus connacionales que existe una red consular para auxiliarlos en sus apelaciones y trámites en EEUU, y reclaman "que se respeten los derechos humanos de todos sus ciudadanos, al igual que los de sus familias, incluyendo el respeto al debido proceso durante y después de este período de transición".
El Gobierno de Honduras asegura que se compromete a facilitar el proceso de retorno a los migrantes que deban volver al país una vez finalizado el TPS.
El Departamento de Seguridad Interna de EEUU anunció el 4 de mayo que decidió no extender la vigencia del TPS para inmigrantes de Honduras, que vence el próximo 5 de julio.
Para permitir una transición ordenada, la fecha final de vigencia del TPS para Honduras se retrasará 18 meses, para el 5 de enero de 2020, con el fin de dar tiempo a que los inmigrantes comprendidos en este beneficio organicen sus viajes de retorno o busquen una vía de inmigración legal alternativa en EEUU.
Los beneficiarios del TPS no son deportados de EEUU, pueden obtener permiso de trabajo y documentos de viaje.
Las autoridades estadounidenses pueden incluir a ciudadanos extranjeros en el TPS si la situación en su país de origen no les permite regresar de manera segura, por ejemplo en caso de conflictos armados, desastres naturales y epidemias, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU.
La administración de Trump ya revocó el TPS para inmigrantes de El Salvador, Nicaragua, Nepal, Haití y Sudán.
Los TPS extendidos a más de 400.000 inmigrantes procedentes de otros países expiran este año y también podrían ser cancelados.
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