“Esperamos ver un aumento de casos durante la temporada de lluvias”, advierte Anton Camacho, autor principal de un estudio sobre la epidemia en la revista The Lancet Global Health, citada este viernes por la agencia española de noticias Europa Press. “Si algo va a suceder, sucederá ahora, así que todos deben ser conscientes y responder rápidamente. El riesgo es alto”, asevera.
En Yemen, la temporada de lluvias se inicia desde mediados de abril hasta finales de agosto. El año pasado, el número diario de casos de cólera aumentó hasta 100 veces en las primeras cuatro semanas de la temporada de lluvias y los niveles cambiantes de zooplancton y hierro en el agua, que ayudan a la supervivencia de la bacteria del cólera, pueden haber contribuido al aumento de casos.
Los expertos han llamado a una campaña de salud pública durante el Ramadán (noveno mes del calendario islámico), que comienza en Yemen a mediados de mayo, pues aseguran que mínimos cambios de comportamiento en una situación en la que hay mucho cólera “pueden tener un gran efecto”.
El 26 de marzo de 2015, Arabia Saudí, primer importador mundial de armas, dio inicio a una serie de bombardeos contra Yemen. Esta guerra ha creado una grave crisis humanitaria en el país más pobre del mundo árabe.
Por un lado, el colapso del sistema sanitario ha dado lugar a una epidemia de cólera sin precedentes, con más de un millón de indicios y, por otro, más de 8 millones de personas se encuentran al borde de la hambruna mortal.
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