Para el cantante travesti, que dice sentirse "más fuerte, más motivado y más libre que nunca", esa confesión significa "liberarse de una vez sobre la espada de Damocles".
La victoria de Conchita Wurst en el certamen de Eurovisión celebrado en Copenhague en mayo de 2014 provocó reacciones encontradas en la comunidad internacional.
El ministro de Cultura de Austria, Josef Ostermayer, calificó la victoria de Wurst como "una muestra de tolerancia en Europa".
Para el arcipreste Vsévolod Chaplin, el entonces relaciones públicas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, fue parte de la ofensiva que las élites occidentales contra los valores tradicionales y su predicadora, Rusia.
Etiquetas: