Así se desprende del último informe del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, relativo a la semana del 2 al 8 de abril, que sigue registrando nuevos fallecimientos relativos pese a que hace dos semanas se dio por finalizada la epidemia de esta temporada.
De hecho, en la última semana se han notificado 30 nuevas defunciones distribuidas entre las semanas previas, tras la actualización por parte de las redes de los datos de toda la temporada, lo que confirman esta temporada como la más letal de los últimos años, superando incluso las 271 registradas durante la gripe pandémica A (H1N1) de 2009, según el último informe que publicó el Ministerio el 30 de diciembre de ese año.
Este exceso de fallecimientos de este año "por encima de lo esperado" se concentra fundamentalmente en los mayores de 64 años, según datos del Carlos III, y coincidió tanto con la fase de ascenso de la epidemia gripal como con la ola de frío registrada en España en las últimas semanas.
La mayor parte de estas muertes (61%) están asociadas al virus B, y el 85 por ciento eran mayores de 65 años. No en vano, la mediana de edad de los fallecidos eran 82 años.
El 98 por ciento presentaba factores de riesgo, el 53 por ciento de los casos desarrolló una neumonía y el 28 por ciento habían ingresado en UCI. Además, de los 779 casos pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 49 por ciento no se había vacunado.
MÁS DE 5.600 CASOS GRAVES HOSPITALIZADOS
Además, el último informe también incluye 90 nuevos casos graves que elevan a 5.689 el total de pacientes hospitalizados por gripe, de los que el 54 por ciento son hombres. En este caso, y al igual que las muertes, el mayor número de casos se registra en el grupo de más de 64 años (66%) y solo el 7 por ciento eran menores de 15 años.
En los adultos los factores de riesgo más prevalentes son la enfermedad cardiovascular crónica (45%), la diabetes (31%) y la enfermedad pulmonar crónica (30%), mientras que en los menores de 15 años los más habituales fueron la enfermedad cardiovascular crónica (7%) y la enfermedad pulmonar crónica (6%).
Además, en la semana actual la difusión de la enfermedad es ya esporádica o nula en todas las redes, mientras que la tasa global de incidencia es de apenas 13,6 casos por 100.000 habitantes. La región más castigada es Asturias, con 51,9 casos por 100.000 habitantes, seguida de Canarias (34,7) y Navarra (27,7).
El pico máximo de esta temporada se registró en la tercera semana de enero, cuando se alcanzaron los 290,4 casos por 100.000 habitantes, que de hecho ha sido la tasa semanal de incidencia más elevada de las tres últimas temporadas.
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