¿Por qué la detención de un dirigente de la FARC pone en vilo la paz en Colombia?

  11 Abril 2018    Leído: 1895
¿Por qué la detención de un dirigente de la FARC pone en vilo la paz en Colombia?

La detención de Jesús Santrich, quien próximamente asumiría como congresista, ha levantado la desconfianza de los exguerrilleros, la duda entre los juristas y reabierto el debate sobre la extradición.

"Es lo más delicado que ha pasado", sostuvo este martes el alto comisionado para la paz, Rodrigo Rivera, tras la detención de Jesús Santrich, militante de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).

El ex guerrillero, quien asumiría como miembro de la Cámara de Representantes a partir del próximo 20 de julio, fue capturado el pasado lunes por su presunta vinculación con delitos de narcotráfico, según señalamientos del Departamento de Justicia de EE.UU.


"Los primeros impactados con esta noticia hemos sido los funcionarios del Gobierno más comprometidos con la implementación del acuerdo", dijo Rivera, citado por El Espectador.

El hecho ha sido calificado por el partido FARC como un "montaje", mientras el gobierno ha mostrado supuestas pruebas que incriminan a Santrich, junto a los abogados Armando Gómez España y Marlon Marín, así como el empresario Fabio Simón Younes Arboleda, en un importante envío de cocaína a EE.UU., valorado en más de 15 millones de dólares, refiere El Tiempo.

¿Extraditar o no?
El centro de la polémica radica en la posibilidad de que el gobierno extradite a Santrich. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha sido categórico al respecto: si se comprueba la vinculación del exguerrillero en delitos de narcotráfico, permitirá que sea juzgado en EE.UU.

Para el negociador de la extinta guerrilla de las FARC, Iván Márquez, la extradición de Santrich sería el fracaso del proceso de paz, aunque aseguró que la vuelta a las armas no es una opción que consideren los antiguos miembros del grupo insurgente.

Los exguerrilleros han invocado el artículo 19 del Acto Legislativo del 4 de abril de 2017, en el que se establece que no habrá lugar a la extradición por delitos cometidos durante el conflicto o hasta el momento de su finalización, una garantía que arropa a todos los excombatientes o personas señaladas de vínculos con la organización.

Márquez considera que lo ocurrido es "un plan orquestado por los Estados Unidos y el fiscal colombiano", Néstor Humberto Martínez, que envía un "pésimo mensaje de incumplimiento" a los excombatientes de la guerrilla que se encuentran en los llamados Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación. "Es indiscutible que se pretende forzar la desbandada del proceso, para justificar la continuidad de la violencia", puntualizó en una rueda de prensa, recoge El Colombiano.

El argumento de las autoridades colombianas es que el presunto delito cometido por Santrich ocurrió después de la firma del acuerdo, lo que dejaría la puerta abierta para que su causa sea investigada y juzgada en Colombia, "sin excluir la posibilidad de extradición".

De comprobarse que la acusación presentada por EE.UU. corresponde a hechos ocurridos antes de esa fecha, el caso pasaría a la justicia ordinaria y, por tanto, no se llevaría a cabo la extradición a ese país.

"Decapitar a la FARC"
El proceso contra Santrich ocurre a poco menos de siete semanas para las elecciones presidenciales en Colombia. La dirigencia del partido FARC, que por primera vez tiene participación en la política electoral, ha dicho que el objetivo del fiscal es "aplicar la silla vacía", es decir, evitar que los excombatientes tengan representación en el Poder Legislativo y así "sepultar los anhelos de paz del pueblo colombiano", sostuvo Márquez.

En medio del panorama electoral, esta movida contra Santrich podría beneficiar a la candidatura del aspirante de extrema derecha, Iván Duque, quien se ha manifestado abiertamente en contra del proceso de paz; así como a la de Germán Vargas Lleras, el exvicepresidente de Santos, ubicado en el ala crítica al acuerdo, refiere Publimetro.

Los más perjudicados, en cambio, podrían ser el exnegociador del acuerdo y candidato liberal, Humberto de la Calle, y el aspirante de la izquierda, Gustavo Petro, quien sigue siendo una figura que la opinión pública asocia a la extinta guerrilla.

Por ahora, los miembros del partido FARC han solicitado una reunión de urgencia con Santos, a la que piden que también asistan Cuba y Noruega (países garantes del acuerdo) y una misión de Naciones Unidas. Santrich, por su parte, se ha declarado en huelga de hambre.

RT.actualidad


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