"Vertimos agua de lluvia y de superficie no tratada al río Pará; es totalmente inaceptable y rompe con lo que Hydro representa; en nombre de la empresa me disculpo personalmente con las comunidades, las autoridades y la sociedad", afirmó el presidente de la empresa, Svein Richard Brandtzaetg, en un comunicado.

A mediados de febrero unas fuertes lluvias hicieron que un depósito de la fábrica en la ciudad de Barcarena se desbordara, y las aguas contaminadas se extendieron por todo el territorio circundante y la cuenca del río Pará.

El Instituto Evandro Chagas constató que el barro rojizo que ahora predomina en la región puede presentar riesgos para los pescadores y otras comunidades cercanas a la fábrica, con niveles elevados de aluminio y metales tóxicos en agua.

La gestión de los residuos minerales es un tema candente en Brasil, después de que en 2015 se registrara el peor desastre ambiental de su historia con la rotura de balsa en Mariana, en el estado de Minas Gerais (sureste).

Un tsunami de lodo tóxico mató a 19 personas y recorrió 600 kilómetros del río Doce hasta el océano, dejando a su paso un rastro de destrucción en la fauna y vegetación.

Sputnik

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