Los habitantes de la urbe salieron a las calles a protestar de manera pacífica contra la política de "renovación urbana" del Gobierno, que pretende desplazar a los habitantes más pobres hacia la periferia para privilegiar a los más pudientes, informa AVN.
Las movilizaciones finalizaron este jueves, luego del anuncio del Gobierno de instalar una mesa de diálogo para escuchar las peticiones de los manifestantes. El ministro de Gobierno, Álvaro Alemán, será el representante del Ejecutivo en las conversaciones.
La mediación entre ambas partes ocurrió tras la intervención de voceros de la Iglesia católica. Las principales peticiones de los colonenses, además de discutir el plan de urbanización, es pedir mejoras en el suministro de luz, agua potable y otros servicios básicos.
Este martes, cuando se iniciaron las movilizaciones, el coordinador del Frente Amplio por Colón, Edgardo Voitier, denunció al Gobierno de querer "privatizar y elitizar la ciudad de Colón", tal como ha ocurrido en el casco antiguo de la capital panameña, para que solo puedan vivir "ricos y extranjeros", recoge EFE.
Aunque Voitier se desmarcó de las acciones de violencia, las autoridades reportaron actos de vandalismo en varios comercios, así como enfrentamientos entre manifestantes y la Policía: entre los heridos se cuentan cuatro oficiales y un civil. La Gobernación de Colón, ante los hechos, ordenó un toque de queda.
Por su parte, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, insinuó que la protesta social que se presentó en los últimos días había sido un hecho aislado, encabezado por "un grupo delincuencial".
"Lo que se vio en la televisión, eso no es Colón, eso fue un grupo delincuencial que ha sido sometido. No vamos a permitir que eso vuelva a pasar. Este es un Gobierno de diálogo, pero Colón es la Zona Libre, es cruceros, son sus colegios que están educando, la renovación y los nuevos 5.000 apartamentos (...) Esas son las imágenes de Colón que yo quiero proyectar al mundo", dijo citado por El Economista.
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