Su fallecimiento repentino el pasado 15 de enero en Londres, a los 46 años, conmocionó y entristeció a Irlanda y a los millones de admiradores de todo el mundo a los que cautivó con su música y su peculiar canto, inconfundible por el marcado acento de Limerick y los "gorgoritos" al estilo tirolés ("yoldeling" en inglés).
EFE
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