La falta de mejoras tras el pacto nuclear pesa en las elecciones en Irán
Un grupo de iraníes vota este viernes en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias en Teherán.
Irán celebró este viernes la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias para cubrir los 68 escaños que no obtuvieron el respaldo exigido en los comicios del pasado 26 de febrero. Aunque los resultados de la primera vuelta apuntaron hacia un Parlamento más favorable a las políticas del Gobierno de Hassan Rohaní, el vuelco no fue total. La falta de efectos concretos del acuerdo nuclear ha tensado el ambiente político, reforzando la importancia de esta segunda vuelta.
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En total, 17 millones de iraníes estaban convocados en las 55 circunscripciones donde se disputaban los escaños que pueden resultar decisivos para dar la mayoría a los partidarios o a los detractores de Rohaní. La coalición de moderados y reformistas, que respalda al presidente, obtuvo en febrero 124 diputados de los 290 con que cuenta el Parlamento. Sin embargo, necesita al menos otros 22 para hacerse con el control de la Cámara.
Mientras los moderados esperan consolidar su victoria de febrero, los conservadores confían en beneficiarse de la frustración del electorado por la ausencia de resultados visibles del acuerdo nuclear firmado en julio de 2015 con las grandes potencias. A pesar del levantamiento formal de las sanciones el pasado enero, inversores y empresarios siguen encontrando grandes obstáculos para trabajar en Irán, sobre todo por falta de apoyo bancario.
Dado que Washington sigue manteniendo sus sanciones a la República Islámica por terrorismo y violaciones de derechos humanos, es imposible financiar operaciones en dólares y muchas compañías internacionales no quieren arriesgar sus negocios en EE UU por estar presentes en Irán. Esta situación ha llevado al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, a criticar con dureza los gestos conciliadores de los moderados hacia Occidente, y en especial hacia aquel país.
“EE UU pone escollos y hace trampas”, declaró Jamenei el jueves en un encuentro con trabajadores. “Escriben sobre el papel que los bancos tengan comercio con Irán, pero en la práctica promueven la iranofobia, de manera que no haya tal comercio”, dijo.
El Gobierno de Rohaní ha pedido a los políticos que no hagan declaraciones que cuestionen los resultados del pacto nuclear o el levantamiento de las sanciones, pues pueden desanimar a los inversores extranjeros.
En ese contexto, la elección de los 68 escaños pendientes adquiere una dimensión mayor de lo habitual. No obstante, Irán tiene un sistema electoral controlado; el Consejo de Guardianes (ente no electo que supervisa los comicios) descalificó a los sospechosos de apoyar las ideas reformistas. Así, algunas circunscripciones carecieron de candidatos de esa tendencia, lo que desanimó a parte del electorado, en especial en la segunda vuelta, y ha aumentado el peso de los independientes en el próximo Parlamento.