“El alto el fuego ha tenido un éxito claro en Birmania“

  30 Abril 2016    Leído: 808
“El alto el fuego ha tenido un éxito claro en Birmania“
Cuando en 2011 el Gobierno de Birmania comenzó a abrirse y a `coquetear` con la democracia, la UE decidió aproximarse a este país del sudeste asiático. Tras el levantamiento de las sanciones en 2013, el belga Roland Kobia (1965) aterrizó en Rangún para establecerse en la delegación permanente y apoyar el proceso electoral que culminaría con las elecciones del 8 noviembre de 2015. La UE también se convirtió, junto a Naciones Unidas, China y Japón, en testigo de la firma del Acuerdo Nacional de Cese el Fuego (NCA, por sus siglas en inglés), el 15 de octubre de 2015, entre el ex presidente Thein Sein y los representantes de ocho grupos armados.

Las dudas planean sobre este pacto al no incluir a todas las guerrillas del país. Sin embargo, para Kobia, "en las regiones de los ocho firmantes ha sido un éxito claro", explica en una entrevista en el despacho de la delegación de la UE -con un gigante mapa de Birmania de fondo, en el que se aprecian claramente las diversas regiones como si ya fuera un estado federal- concedida a medios europeos, entre los que se encontraba EL MUNDO.

¿Fue difícil emprender el camino hacia la democracia en Birmania?
Cuando nosotros empezamos a hablar con ellos en 2008, el mensaje fue: `Por favor, ayudadnos`. Nos comprometimos con el proceso de paz porque creemos que sin paz es imposible mantener una democracia sostenible.
¿Los militares del anterior régimen no pusieron ninguna condición?
Los militares no son militares normales, que están ahí para proteger a la gente y las fronteras. Son militares políticos. Tienen tres ministerios claves [Defensa, Interior y Fronteras], el 25% del poder gubernamental y una influencia total. La Constitución ha sido respetada. Nuestro punto de vista es que la Constitución necesita seguir la evolución del país. Esto debería reflejar las aspiraciones de la gente. Aung San Suu Kyi en su discurso inaugural ha llamado a que la Constitución sea revisada. Nosotros pensamos que éste es el camino correcto.
El poder local también está en manos de los militares...
Aung San Suu Kyi tiene parte del poder. Lo que sucedió con el traspaso de poderes [el pasado 30 de marzo] al primer presidente civil desde 1962, es bastante, un gran cambio. El poder no ha sido transferido totalmente a la administración civil, pero el Ejército ha aceptado compartir el poder. El día después de las elecciones, el presidente Thein Sein admitió que había sido derrotado.
¿Por qué aceptaron compartir el poder?

Las razones son varias. Probablemente se han dado cuenta de que Birmania es uno de los países más pobres de la región, cuando podría ser uno de los más ricos. Birmania tiene un enorme potencial en términos económicos: tienen petróleo, gas, madera... Pueden exportar electricidad si lo desean, pero no tienen para ellos mismos. Es increíble. Segundo, el factor de la influencia de los países vecinos. La UE, EEUU y otros países no podíamos hacer negocios con Birmania por las sanciones. De alguna manera, la exclusiva de los socios era muy limitada y esos socios tenían una posición dominante en los negocios con ellos.
Con 17 guerrillas abiertas y con sólo 8 firmantes, ¿se puede confiar en el alto el fuego?
Un proceso de paz siempre es muy difícil en todos los países del mundo, incluso en Europa. Así que transferir esta dificultad a un ambiente tan complicado como el de Birmania, con la historia, el legado del pasado, con 135 grupos étnicos... Puedes imaginar la complejidad del proceso de paz. A pesar de que no todos los grupos firmaron el Acuerdo, todos han aceptado el texto. Muy poca gente recuerdo esto. El Acuerdo no es completo porque no todos los grupos han firmado, pero yo estoy seguro de que gradualmente se unirán al Acuerdo.

Las guerrillas y el Ejército están sobre el terreno, ¿no podrían resurgir los enfrentamientos?
Desde la fecha de la firma del NCA, sólo ha habido uno o dos incidentes. Muy pequeñas batallas en los ocho estados que han firmado el alto el fuego. Aparte de estos incidentes, no ha habido luchas. Desde luego que todavía es un país en conflicto, ellos todavía tienen problemas, todavía tienen que decidir el futuro del país... Pero si lo comparas con hace tres años, donde había batallas en otros muchos estados, donde no había acuerdo de alto el fuego... Chapeau!

En su opinión, ¿cuáles son los retos del nuevo Gobierno?
El texto más detallado que tenemos sobre lo que el Gobierno va a hacer es el `Manifiesto`. Es un muy amplio catálogo de objetivos, yo creo que muy buenos objetivos en general. No ha ido a los detalles todavía, a las políticas para alcanzar estos objetivos, supongo que es en lo que el Gobierno va a trabajar ahora. Lo que nosotros creemos que es importante, el mensaje que le queremos llevar a ellos, es que se concentren en la paz, en el desarrollo socioeconómico, en el sector social porque hay enormes expectativas de la población. Nos gustaría ver un mejor sistema de educación, de salud, nos gustaría ver mejoras de los estándares de vida. Además, un mensaje importante que nosotros les pasaremos, es que necesitan abrir el comercio, así es como realmente se desarrolla un país.
Dado que ha cambiado la situación, ¿cuál será el próximo paso de la UE en Birmania?

La nueva Administración llega con altos credenciales democráticos, tiene en cuenta a la sociedad a parte de los militares y refleja las aspiraciones de la gente. Somos afortunados porque ya nos hemos comprometido en áreas consideradas como foco de prioridad por Aung San Suu Kyi.

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