En este contexto, señaló que la epidemia de cólera en Yemen fue la peor del mundo en 2017 mientras precisó que el número de casos sospechosos de esta enfermedad alcanzó el millón a finales del mencionado año.
Además, afirmó que “una nueva y terrible” epidemia de difteria ya ha afectado a más de 500 personas y ha acabado con la vida de decenas de yemeníes en las recientes semanas.
En otro momento de sus declaraciones, el funcionario de la ONU informó de la asignación de 50 millones de dólares del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF, por sus siglas en inglés), que servirán para asistir a millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria en Yemen.
De acuerdo con Lowcock, esta cantidad de dinero será utilizada para evitar el creciente riesgo de hambruna y disminuirá el impacto del colapso acelerado de los servicios públicos.
A su juicio, además de los fondos, es necesario que se produzcan otros factores para detener la catástrofe humanitaria en Yemen.
Entre ellos, mencionó la necesidad de disminuir las hostilidades terrestres y aéreas intensificadas durante las recientes semanas, la apertura de todos los puertos sin ninguna interrupción y una “financiación más rápida y generosa” por parte de la comunidad de donantes.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció (26 de diciembre) que el año 2017 fue ‘un año horrible’ para los niños en Yemen, país que afronta una cruenta guerra tras el inicio de la campaña de ataques aéreos de Arabia Saudí en marzo de 2015.
HispanTV.es
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