Durante la inauguración de la ampliación de un puente en Rande (Galicia) Rajoy hizo un repaso de los acontecimientos que marcaron la vida del país en el transcurso del año saliente. Tras enumerar las principales cifras económicas de España destacó la necesidad de tender y ampliar puentes "que unen y no separan", en una referencia velada a la crisis catalana.

Un brindis
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Al término de su intervención, el jefe del ejecutivo aprovechó la ocasión para desear a todos los presentes "lo mejor para el próximo año 2016". El público, atento, dejó escapar algunas risas, pero nadie interrumpió sus últimas palabras y fue despedido con un aplauso.

Los lapsus son un fenómeno muy común en la comunicación verbal, pero cuando vienen de políticos de alto rango pueden causar escenas realmente delirantes.

Recientemente, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, en un acto ante los diplomáticos del país cometió un resbalón al decir que "nadie entiende lo despreciable que es el régimen ucraniano mejor que nosotros, los ucranianos", aunque, aparentemente, el presidente del país eslavo tenía en realidad en mente a otro país.

No obstante, en aquella ocasión, las risas no se dejaron oír en la sala.

Sputnik

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