Elecciones decisivas en Cataluña: Constitución o independencia de España

  22 Diciembre 2017    Leído: 822
Elecciones decisivas en Cataluña: Constitución o independencia de España
Este 21 de diciembre, más de cinco millones de personas están llamadas a votar en las elecciones regionales de Cataluña. Se trata de unos comicios nada convencionales: han sido convocados por el Gobierno de España y se celebrarán entre semana. Aún así, los sondeos indican que se superará el 80 % de participación, que se podría acercar al 90 %.
Otro aspecto atípico es la situación de algunos líderes independentistas: el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, se encuentra en Bruselas (Bélgica) y el exvicepresidente de esa comunidad autónoma, Oriol Junqueras, en prisión. Ambos están acusados de los delitos de sedición, rebelión y malversación de fondos por los acontecimientos que desembocaron en la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) que el Parlamento catalán aprobó el pasado 27 de octubre a raíz del referéndum del 1 de octubre, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional español.

De este modo, los partidos que participan en estas elecciones se conforman en torno a dos bloques: el constitucionalista y el independentista. Solo Catalunya en Comú-Podem no se identifica con ninguno de esos bandos.

Las encuestas publicadas durante la semana pasada —la legislación española prohíbe difundir resultados de sondeos en los días previos a los comicios— indican prácticamente un empate técnico. Cualquier pequeña variación en las preferencias de los ciudadanos podría decantar la balanza y propiciar un escenario diferente.

En las últimas elecciones autonómicas celebradas en septiembre de 2015, los dos partidos mayoritarios entre los independentistas (ERC y CDC) se presentaron en coalición junto con otras formaciones minoritarias y consiguieron 62 de los 135 escaños. Sin embargo, esta vez ERC acude en solitario.

El posicionamiento en cuanto a la proclamación de la DUI y la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española por parte del Gobierno de Mariano Rajoy ha dado lugar a una polarización de la escena política catalana.

Los constitucionalistas o 'bloque del 155' son Partido Popular (PP), Ciudadanos (C's) y Partido Socialista de Cataluña (PSC). Aunque todos se han mostrado rotundamente contrarios a la DUI y han respaldado la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Ejecutivo nacional, sus diferencias —sobre todo entre los dos primeros y el último— son sustanciales.

Tanto PP como Ciudadanos abogan por construir un frente después de las elecciones —si es que este bloque consigue la mayoría de escaños (68)— e investir presidente al candidato constitucionalista que obtenga más apoyos, incluso si le supera alguna fuerza independentista. La candidata de C's y favorita en las encuestas, Inés Arrimadas, es quien más fervientemente ha defendido esta posibilidad. Por su parte, los populares también abogan por esta solución, renegando de lo que defendieron en ocasiones anteriores, cuando llegaron a proponer una ley que obligara a investir al candidato más votado.

En cambio, el candidato del PSC, Miquel Iceta, en ningún momento de la campaña ha ofrecido su apoyo a C's ni PP, aunque podría aceptar ser el nuevo presidente de Cataluña. Su sensibilidad de izquierdas le acerca a partidos como ERC o Catalunya en Comú-Podem, pero la independencia es una barrera insalvable para acercar posturas.

En el bloque a favor de la independencia se encuentran Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts per Catalunya (JuntsxCat) y la Candidatura d'Unitat Popular (CUP). Los primeros se disputarían el primer puesto con C's, mientras que el partido de Puigdemont sería la tercera fuerza parlamentaria. A pesar de ser una fuerza minoritaria, la CUP podría tener las llaves de la gobernabilidad, como sucedió en la pasada legislatura: sin su apoyo, la coalición independentista que ganó las elecciones no habría alcanzado la mayoría absoluta que necesitaba para llevar a cabo el autodenominado 'procés'.

Si bien ERC y JuntsxCat parece que abogan por un referéndum pactado con el Estado español, la CUP se mantiene fiel a su posición y sigue defendiendo la uniteralidad como única vía posible.

Catalunya En Comú-Podem aglutina al partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; Podemos; Esquerra Unida; Iniciativa per Catalunya-Verds y Equo. Esta unión de izquierdas ha repetido en diversas ocasiones que no se identifica con ningún bloque y rechaza los caminos que han tomado ambos: se basa en los diversos activismos que han tomado vigencia en los últimos años y no quiere basar su política en la cuestión de la independencia.

Aunque aboga por un referéndum pactado y una reforma federal de España, no está dispuesto a pactar con ningún partido con el que no comparta sensibilidades sociales, como PP, JuntsxCat o C's. Al igual que sucede con la CUP, su apoyo puede ser clave para gobernar.

Su lema es 'Somos el fruto de muchas derrotas, pero la semilla de todas las victorias' y su candidato es Oriol Junqueras. El líder de ERC era vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda del cesado Gobierno de Cataluña. Historiador y profesor universitario, lleva más de una década de actividad política, aunque comenzó a militar en la formación que preside hace seis años. Entre 2009 y 2011 fue eurodiputado y de 2011 a 2015 ejerció como alcalde de su pueblo, San Vicente dels Horts (Barcelona).

Junqueras ingresó en la cárcel el pasado 2 de noviembre y solo ha podido participar en la campaña electoral a través de varios artículos que ha publicado en prensa. A pesar de ello, ERC encabeza las encuestas.

La cara visible de esta formación política ha sido su número 2, Marta Rovira, que en un cara a cara con Inés Arrimadas demostró su desconocimiento de algunas cifras clave de Cataluña.

ERC basa su programa electoral en la construcción de la República catalana. Aspira a lograr el reconocimiento del derecho de autodeterminación para el pueblo catalán y a la organización de un referéndum legal reconocido por el Estado español, así como a lograr la libertad de los presos que ellos consideran políticos. Asimismo, propone una negociación al respecto con el Estado español y las instituciones europeas.

Con la consigna 'Fer República' ('Hacer República'), en su programa propone:

Consolidar una banca pública catalana.

Reducir la tributación de las rentas más bajas: bajar el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) del 12 % al 11 %.

Implementar un programa de intervención integral para la pobreza energética, ofreciendo ayudas de urgencia a las familias.

Apostar por un parque público de vivienda, aumentando el gasto hasta el 0,6 % del PIB.

Luchar contra la corrupción dotando de nuevas funciones a la Oficina Antifraude y asegurando su independencia.

Una política propia de acogida y refugio que responda al derecho humanitario, en el marco de la crisis de refugiados que estima que vive Europa.

Implantar una reforma horaria que permita mejorar la conciliación laboral y familiar.

Su líder indiscutible y en torno a quien ha girado toda su campaña electoral es el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont. Este periodista fue el creador de la Agencia Catalana de Noticias por encargo del Gobierno regional. Desde 2006, fue diputado autonómico en legislaturas sucesivas y de 2011 a 2016 fue alcalde de Gerona, hasta que le designaron para su último cargo público.

Miembro de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) —uno de los dos partidos que formaban la coalición CiU, que gobernó esa región desde 1980 a 2003 y a partir de 2010— y después de su sucesor Partido Demócrata Europeo Catalán, en esta ocasión es cabeza de lista de una candidatura electoral que incluye varios partidos independientes.

Huyó a Bruselas el pasado 29 de octubre, dos días después de que el Parlamento catalán proclamara la DUI y está acusado de los mismos delitos que Oriol Junqueras. A pesar de que la Justicia española retiró la euroorden que había dictado para solicitar su extradición a las autoridades judiciales belgas, sigue vigente una orden de detención, que entraría en vigor si pusiera un pie en España.

Ha estado presente durante toda la campaña electoral y desde territorio belga ha participando en manifestaciones, dirigido mensajes supuestamente institucionales y concedido multitud de entrevistas a medios de diferentes lugares, salvo españoles.

Entre sus declaraciones más polémicas, destacan su planteamiento de que los catalanes deberían decidir en referéndum si quieren continuar en la Unión Europa o sus definiciones del Estado español como franquista o antidemocrático.

Sin embargo, el hecho de que se encuentre en libertad y algunos de sus antiguos compañeros se encuentren entre rejas ha generado polémica entre las filas independentistas, que le recriminan no haber dado la cara.

Se plantea como una dualidad: animan a los ciudadanos a elegir entre democracia o 155, Puigdemont o Rajoy, nación o imposición, referéndum o elecciones autonómicas.

Se comprometen a restaurar al presidente y las instituciones de Cataluña, continuar con la construcción de la República, defender la democracia y las libertades individuales, exigir la revocación de las causas judiciales por motivos políticos, poner fin a la intervención del artículo 155 y exigir a sus partidarios que acepten los resultados de estas elecciones.

Entre las cuestiones que propone su programa, dividido en tres partes —democracia, prosperidad y cohesión social—, se encuentran:

Defender la democracia: restituir las instituciones de Cataluña y continuar con el mandato que estiman refrendó el referéndum del 1 de octubre para independizarse de España y construir la nueva República catalana.

Devolver las responsabilidades y competencias a los Mossos d'Esquadra, la Policía autonómica catalana.

Un pacto contra la diferencia salarial por sexos.

Garantizar servicios ferroviarios de calidad gestionados por un ente público catalán.

Incrementar de manera progresiva la inversión en políticas sociales hasta alcanzar un 30 % del PIB y establecer pensiones dignas.

Aumentar el presupuesto de cultura hasta el 2 % del PIB.

Defender el plurilingüísmo en el sistema educativo, a partir de la centralidad del catalán.

Elaborar una ley de protección integral para las personas migrantes y refugiadas.

Restablecer una política exterior, con voluntad de permanencia en la UE.

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