Tren Bakú-Tbilisi-Kars: El renacimiento del Expreso de Oriente, la nueva Ruta de la Seda

  17 Diciembre 2017    Leído: 2545
Tren Bakú-Tbilisi-Kars: El renacimiento del Expreso de Oriente, la nueva Ruta de la Seda
En octubre de 1882, cuando Georges Nagelmackers, fundador de la CIWL (Compagnie Internationale des Wagons-Lits – empresa que comercializó los primeros coches cama), invitó a algunas personas de la alta sociedad a viajar 2.000 kilómetros desde Francia hasta Turquía en un tren de lujo, probablemente no esperaba que después de 135 años su “Expreso de Oriente” llegara a China.
Ahora los pasajeros del Oeste y el Este tienen mucha suerte de hacer un viaje divertido en tren desde el Océano Atlántico hasta el Océano Pacifico y viceversa.

La dinámica de desarrollo y modernización, los desafíos y las demandas siempre forzaron a la humanidad a soñar en grande y realizarlo.

El 7 de febrero de 2007 los lideres de Azerbaiyan, Georgia y Turquía firmaron un acuerdo para construir el ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars (BTK). Tras pasar 10 años, el 30 de octubre de 2017, el Presidente de la República de Azerbaiyán Ilham Aliyev, el Presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro de Georgia Giorgi Kvirikasvili, el primer ministro de Kazajstán Bakitjan Saqintayev y el primer ministro de Uzbekistán Abdulla Aripov, así como las delegaciones de Tayikistán y Turkmenistán participaron en la ceremonia de la inauguración del ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars.

Cabe destacar que 504 km del total de 846 km del proyecto pasan por el territorio de Azerbaiyán, 263 km del ferrocarril pasan por Georgia y 79 km se sitúan en Turquía.

El camino que comienza en Bakú llegará a la ciudad de Kars, se extenderá desde Ankara a Estambul y a Europa y pasará por La-Manche a Londres.

Sin duda, este ferrocarril tendrá un fuerte impacto en el desarrollo del turismo en la región.

La nueva Ruta de la Seda
Este proyecto internacional estratégico no solo impulsará el potencial de transito de los países de la región, sino fortalecerá su independencia y economía. De este modo, los pasajeros y mercancías pueden llegar a Europa o a Asia sin parar, más seguro y más rápido a través de Azerbaiyán, Georgia y Turquía.

Se sabe que hoy el tráfico de carga más grande en el sector del transporte se encuentra entre China y Europa, lo que se logra, principalmente, a través del transporte marítimo, que demora de 35 a 50 días. Después de la puesta en marcha el servicio del ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars, la entrega de carga de China a Europa tardará de 12 a 15 días y, como resultado, el tiempo de envío se reducirá más de 2 veces en comparación con el transporte marítimo.

En el espacio Euroasiático el ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars es un proyecto de modernización y de recuperación de la antigua Ruta de la Seda. El ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars facilitará el acceso de los países de Asia Central -Turkmenistán, Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán, asimismo de Afganistán- hacia los mercados europeos y mundiales. Las propuestas de traslado de mercancía entre Europa y Asia a través de este ferrocarril incrementarán el volumen de cargas multimodales en ambas direcciones. De este modo, durante el tercer año de explotación se prevé el transporte de 1 millón de pasajeros y la carga de 3-5 millones de toneladas, para el quinto año de 6-8 millones de toneladas, y más adelante, se estima el transporte de 3 millones de pasajeros y 17 millones de toneladas de mercancías. Esto demuestra que junto con Azerbaiyán, Georgia y Turquía recibirán grandes beneficios provenientes del tránsito de cargas. Una vez que comience a funcionar esta ruta, se notará la disminución a la mitad el periodo de transporte de cargas, lo que aumentará aún más el beneficio del proyecto.

El otro beneficio importante del ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars es la conexión ferroviaria directa entre Turquía y Georgia aprovechando los aportes de Azerbaiyán al proyecto. Así, con su importancia global el ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars aporta grandes beneficios sociales y económicos uniendo con rieles dos continentes.

Consideraciones geopolíticas
Ante todo debo señalar que algunos círculos extranjeros no daban crédito a la construcción del ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars. Creían que las instalaciones técnicas y los recursos financieros no permitirían que el proyecto se realizara. Sin embargo, tres países han demostrado que lo posible que es.

Quiero enfatizar una vez más que Bakú-Tbilisi-Kars es un proyecto histórico, un proyecto global. El ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars forma parte de la histórica Ruta de la Seda y será utilizado por China, Kazajistán, Asia Central, Azerbaiyán, Georgia, Turquía y los países europeos. Esta infraestructura es de gran importancia tanto para nuestro país, como para la región y el mundo. El proyecto desempeñará un papel importante para garantizar la estabilidad y la seguridad en la región.

Por supuesto, la implementación de este proyecto ha sido posible solo a través de los esfuerzos conjuntos de Azerbaiyán, Georgia y Turquía. Nunca han recibido ningún préstamo, lo han construido exclusivamente con sus propios recursos.

La apertura del ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars también es un paso importante en las interconexiones de transporte que unen a la Unión Europea, Turquía, Georgia, Azerbaiyán y Asia Central.

La Unión Europea acoge con satisfacción el nuevo corredor ferroviario, que proporcionará una mejor conectividad, mejores oportunidades comerciales y mayores ventas. Esto está en el corazón de su Asociación Oriental como su estrategia para Asia Central. La Unión Europea siempre ha apoyado proyectos. Con nuevas mejoras en los enlaces de transporte entre Turquía y Bulgaria, el proyecto proporcionará una conexión rápida y confiable entre Europa y Asia a lo largo de la antigua Ruta de la Seda.

Si se observa la trayectoria de los proyectos estratégicos regionales durante los últimos 10 años, Armenia se ha quedado fuera de todos ellos. ¿Por qué? Debido a qué desde hace más de 25 años, Armenia ha ocupado el territorio histórico de Azerbaiyán – la región de Nagorno Karabaj y siete distritos a su alrededor. Continuando con esta política agresiva e infringiendo los principios del Derecho Internacional, Armenia ha dejado de lado tales iniciativas estratégicas. Hoy, Azerbaiyán es un ejemplo de buen vecindario. Cuando hay respeto mutuo, buenas intenciones e incluso deseos sinceros, se puede proteger a nuestros países del peligro, fortalecer la estabilidad y profundizar cooperación, aun en nuestra región inestable, llena de crisis y conflictos.

Tras la inauguración, el ministro de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Elmar Mammadyarov, aclaró el tema de la entrada de Armenia al proyecto del ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars: “Nuestra condición para que Armenia se una a este proyecto es que antes que nada, el conflicto se resuelva, Armenia retire sus tropas de nuestras tierras ocupadas. Solo bajo estas condiciones podemos aprovechar las oportunidades de buena vecindad”.

Rashad Aslanov

Embajador de la República de Azerbaiyán en la República de Chile

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